Jean Paul Gaultier: conoce la historia detrás del diseñador
Durante décadas, Jean Paul Gaultier ha revolucionado la inclusión en la moda. Llevando la innovación y la creatividad mucho más allá de lo establecido, explora cómo Gaultier cambió el panorama de la industria.
En 1970, con sólo dieciocho años y sin una pizca de formación profesional, Jean Paul Gaultier envió sus bocetos a varios diseñadores franceses. Impresionado por el trabajo de Gaultier, Pierre Cardin lo contrató como asistente, dándole a Gaultier su primera introducción a una enseñana profesional en la moda.
En sus primeros años, mientras vivía en París, recorría de puntillas el armario de su abuela, inspirándose en su guardarropa. Asombrado por sus corsés en particular, Gaultier emprendió su viaje hacia el mundo de la moda, leyendo revistas y sumergiendose en la cultura y vestimenta de los años 60 y a los trece años, creó una colección para su madre y su abuela. Con los pantalones acampanados, las minifaldas y otras modas "rebeldes" ganando popularidad en ese momento, Gaultier observó cómo la moda pasaba del estilo tradicional de los años 50 a uno que celebraba la individualidad, la liberación y la cultura hippie. Diseñadores como Yves Saint Laurent, Emilio Pucci y Halston adoptaron e impulsaron este estilo lleno de libertad, en donde Gaultier citó a YSL como una de sus principales inspiraciones durante su ascenso como diseñador en la década de 1970.
Después de trabajar con Pierre Cardin, Gaultier se tomó una pausa para trabajar con Jean Patou durante un año para luego regresar con Cardin, donde pudo identificar diferencias en el trabajo de ambos diseñadores y comenzar a desarrollar un espíritu propio para sus diseños. En 1976, mostró su primera colección, junto a su socio romántico y comercial Francis Menuge, en París. Desde su primer desfile, Gaultier se estableció como poco convencional, distintivo e innovador hasta que finalmente pudo lanzar su propia casa de moda en 1983. Sus diseños llevaron lo excéntrico al siguiente nivel. Durante años, las pasarelas llenas de corpiños exagerados, capas anárquicas y formas exageradas fueron el estándar para Gaultier. Y nunca perdió de vista su inspiración original: el corsé. Muchos diseños incorporaron esta pieza obsoleta y la modernizaron, en donde el diseñador redefinió el corsé como un símbolo de aceptación de la feminidad y de liberación de la mujer.
En 1985, Gaultier estrenó su colección Et Dieu Créa l'Homme (Y Dios creó al hombre) con las faldas como prenda de vanguardia. Los modelos masculinos se pusieron una combinación de pantalón y abrigo que emulaba una falda, y fue la primera introducción de Gaultier a difuminar las líneas de género. Esta elección se basó en la historia antigua y en el simbolismo de masculinidad y poder que poseía la falda antiguamente, pero en 1985, estas se consideraban una prenda exclusivamente femenina, lo que cuestionó la relación de género y vestimenta.
En los años 80 y 90, la comunidad queer atravesó un período de extrema angustia mientras la epidemia de SIDA avanzaba y las personas LGBTQ+ se vieron inundadas por una homofobia implacable. En 1990, la pareja de Gaultier falleció a causa del sida. Si bien esta profunda pérdida podría haber afectado su trabajo, Gaultier aprovechó su lugar en la industria de la moda para crear conciencia. Su colección Primavera/Verano 1996 incluía camisetas moteadas con las palabras "Safe Sex Forever" impresas en el frente. "¿Mi único arrepentimiento?", dijo el diseñador: "No haber inventado el condón: la ropa más bonita".
Si bien su trabajo de defensa de la comunidad LGBTQ+ solo creció con los años, también lo hizo su relación con íconos del entretenimiento. A principios de los años 90, Gaultier diseñó el icónico sujetador cónico de Madonna como parte del vestuario para su gira The Blond Ambition Tour e impulsó su relación laboral con ella como músico. Los dos son conocidos por sus carreras pioneras y desarrollaron esta relación simbiótica en la que podían aprovechar la creatividad inconformista de cada uno. Para Gaultier, la introducción del sujetador cónico llamó la atención del mundo de la moda, combinando estilos de lencería antiguos y súper modernos, el diseñador creó algo completamente novedoso.
Continuó expandiéndose y se introdujo al mundo de las fragancias en 1993 con el debut de su perfume Classique. Inspirándose en las mujeres de su vida, Gaultier dio su paso histórico y revolucionario hacia las fragancias y lo hizo con gracia. Años más tarde, lanzó su siguiente aroma, Le Mâle, que encarna al marinero que sigue presente en gran parte de su trabajo. Su implicación y su impresionante éxito en diversos ámbitos de la industria de la moda establecieron su innegable impacto en la cultura.
Su creciente presencia en el mundo de la moda alcanzó su punto máximo específicamente con su primera colección de alta costura Primavera/Verano de 1997, cuando estableció su dominio duradero en la industria. Con una variedad de temas culturales radicales y un estilo vanguardista, Gaultier adoptó el estatus de ícono. Famoso por sus blusas a rayas de estilo marinero, prendas exteriores de hombros anchos y estampados térmicos e inspirados en tatuajes, así como por su uso de influencias religiosas y astrológicas, el trabajo de alta costura de Gaultier no sólo es distintivo sino absolutamente excepcional.
Después de desempeñarse como director creativo de Hermès de 2003 a 2010, Gaultier volvió a centrarse en su propia marca. Con 50 años en la industria de la moda y las fragancias, el diseñador renunció en 2020, dejando la casa en manos de diseñadores invitados de temporada, algunos de los cuales fueron Glenn Martens o Haider Ackermann.
A lo largo de su carrera, Gaultier dejó un impacto en la cultura en su conjunto. Con una visión clara, jugó con el erotismo y la subversión al diseñar para Madonna, lo que le permitió ayudar a establecer la imagen de la cantante como la epítome del pop. Pero también, sus sorprendentes fragancias y sus diseños prêt-à-porter y de alta costura le dieron un nivel de prestigio que muchos otros diseñadores nunca podrían alcanzar. Aunque ya no está al frente de su marca, su impacto en la moda sigue vivo. En los últimos años, ha seguido creando nuevos artículos mientras sus diseños vintage, en particular sus patrones térmicos, han resurgido en la cultura. Recientemente, lanzó una nueva fragancia: Divine, que presenta un frasco dorado con la forma del icónico corsé cónico de Gaultier y un aroma sensual que celebra a las mujeres por su fuerza y singularidad.
Aunque su papel en la moda y las fragancias ha disminuido en los últimos años, su impacto y legado no han flaqueado, ni tampoco la marca. Un ícono del diseño radical, Jean Paul Gaultier será para siempre uno de los mayores rebeldes de la moda.