El origen de la emblemática bandera LGTB+
Para celebrar el mes del orgullo LGTB+, en L’Officiel Chile te contamos sobre el origen y significado del colorido emblema de una comunidad que cada año se toma las calles en busca de igualdad.
Desde 1978 la bandera LGTB+ representa un símbolo de orgullo lésbico, gay, bisexual y trans. Cada año todas aquellas personas pertenecientes a la comunidad la utilizan en diferentes manifestaciones en busca de un avance en materia de derechos civiles, teniendo la igualdad, el respeto y la libertad como principales consignas.
El creador de este colorido emblema fue Gilbert Baker, un artista nacido en Kansas, Estados Unidos. Mientras servía al ejército de Estados Unidos, el movimiento de liberación LGTB+ comenzaba a fortalecerse y, a la misma vez que esto sucedía, Baker decidió aprender a coser y diseñar pancartas que eran exhibidas en diversas manifestaciones por la igualdad.
Al unirse a este movimiento encabezado por el activista Harvey Milk ambos formaron una amistad, y fue a petición de Milk que Baker comenzó a trabajar en el diseño de una bandera que representara a toda la comunidad en un solo emblema. El 25 de junio de 1978 este emblema flameó por primera vez en el Festival del Orgullo de San Francisco.
En la actualidad el diseño de la bandera de arcoíris cuenta con solo 6 colores. El rojo representa la vida, el naranja la salud, el amarillo la luz indispensables del sol, el verda la naturaleza, el azul la serenidad y el violeta representa el espíritu humano.
Inicialmente el diseño incorporaba 8 franjas que incluía el color rosa que representaba la sexualidad, pero fue eliminado debido a que los fabricantes les era difícil producir este color en esos años. Tiempo después, en el año 1979, se eliminó el color turquesa que significaba magia y arte. Este cambio se realizó en virtud de que los otros colores de la bandera afectaba una correcta visibilidad de ella.
Cada año en el mes de junio toda la comunidad LGTB+ lleva con alegría y orgullo esta bandera que representa el propósito de seguir luchando por sus derechos civiles. Un activismo que no es individual, sino de toda una comunidad que cada día es más grande.