Avedon en la trastienda
Una exposición en Barcelona muestra la genialidad del fotógrafo Richard Avedon detrás de las cámaras. Son más de un centenar de imágenes hechas por su asistente durante casi dos décadas.
Es difícil escoger una favorita entre las miles de fotografías realizadas por Richard Avedon (EE.UU. 1923-2004). Ni siquiera es fácil elegir un grupo: los poderosos, las personas comunes, los artistas, la moda. Y aunque durante su carrera confesó que habría querido ser únicamente retratista, fue con las fotos de moda que llegó a convertirse en ícono y elevar estas imágenes a la categoría de arte.
En apariencia eran fotos sencillas, pero la realidad es que, antes de su llegada, las modelos estaban siempre bajo las luces perfectas de un estudio. Fue Avedon quien quiso sacarlas a la calle y dejarlas ser libres, expresarse, moverse a su antojo, logrando notables escenas en blanco y negro. Su guía era la naturalidad y conocía sus propias contradicciones: “He trabajado en una serie de negaciones. No a la luz exquisita, no a las composiciones aparentes, no a la seducción de las poses o de la narrativa. Y todos esos ‘noes’ me han forzado al sí. Tengo un fondo blanco, una persona que me interesa y cosas que ocurren entre nosotros”, es una de las confesiones del fotógrafo que se citan hasta hoy.
La forma en que trabajaba, su manera de interactuar con el equipo y otros aspectos que nunca antes estuvieron a la vista, hoy se pueden ver en la galería FotoNostrum de Barcelona (@fotonostrum) donde se exhiben 130 imágenes hechas por su asistente y mano derecha, Gideon Lewin, durante diferentes sesiones. Un “making off” inédito y de lujo. Además, se incluyeron 13 piezas originales de Avedon. Junto a este conjunto excepcional están también algunas fotos de la colección privada de la diseñadora Joanna Mastroianni, comisaria de la exposición.
En la muestra hay imágenes icónicas como la que hizo Avedon con la modelo alemana Veruschka, célebre en los años 60, en Japón cubierto de nieve y vistiendo pieles. Pero también se puede ver al artista detrás de su cámara, interactuando con los modelos en locaciones insólitas o en un estudio albo rodeado por percheros y estantes atiborrados de zapatos.