Lorenza is a winner
Parafraseando el nombre de una de sus películas —inspirado en una canción de Janis Joplin—, la actriz Lorenza Izzo es definitivamente una ganadora. Más allá de conexiones e incluso de su reconocido rol en Once Upon a Time in Hollywood, su camino de más de diez años en la meca de la gran pantalla ya es exitoso.
Fue esposa de Leonardo DiCaprio y pareja de Jon Hamm. Compartió con David Schwimmer, Brad Pitt y también con Cate Blanchett. Hasta hace poco fue novia de Hannah Einbinder. Esta verdadera bucket list que cualquiera quisiera cumplir corresponde a su trabajo en películas como Confess, Fletch (2022), The House with a Clock in Its Walls (2018) y la serie Hacks (2021), entre otras. Y al igual que los diamantes, forman la parte más llamativa de un largo proceso que envuelve mucho más. Mucho más que la fama o las típicas preguntas que le llegan de la mano de su rol más reconocido hasta hoy, el de la italiana Francesca Capucci en Once Upon a Time in Hollywood (2019), donde fue dirigida por Quentin Tarantino y tomó inspiración de una de sus divas favoritas, Claudia Cardinale. “Cuando audicioné me preguntaron si sabía hablar el idioma y dije “sííí”, mentí porque jamás pensé que iba a quedar. Cuando lo logré me metí a cursos intensivos y luego le conté a Quentin la historia y le encantó”, asegura. Con un despliegue envidiable, una simpatía inherente y sobre todo una transparencia que se aprecia mucho en estos tiempos de imágenes cuidadas y rostros rígidos, Lorenza es dueña de una curiosidad que la llevó incluso a estudiar periodismo. “Soy virgo, muy estructurada, pero también me encanta el caos”, nos cuenta. Pero antes fue su carrera de modelo la que impulsó todo.
L’OFFICIEL: Más allá de tu carrera en el modelaje, donde conociste muchas marcas y diseñadores, ¿cómo ha sido tu relación con la estética?
LORENZA IZZO: Mi mamá (la modelo y empresaria Rosita Parsons) me tuvo muy chica, como a los 19 años. Tengo muchos recuerdos de infancia de acompañarla a desfiles, esperando en backstage y viendo a las modelos cambiarse, crecí en ese mundo. Y mi tía (la modelo Carola Parsons), tremenda modelo en los 90, mi otra tía (Ema) también modeló. Ayudó mucho tener esa cercanía con el arte visual, con diseñadores, la moda, que es sumamente potente en lo profesional. Era todo muy creativo, ver sesiones de fotos, toda esa esencia me marcó mucho.
¿Tienes algún diseñador o diseñadora favorito/a?
LI: ¡Millones! Amo a Miuccia Prada, es una de las reinas más grandes. Alexander McQueen, Galliano, Donna Karan, bien clásica, Donatella Versace. Todas las grandes casas, porque además crecí en esa época. Y ahora que está volviendo el estilo veo a mi hermana, que tiene 23 años (Clara Lyon, también modelo), ponerse lo que usábamos nosotras en 2005 y ¡nooo, trabajamos tan duro! (risas). Los pantalones a la cintura no me los quitan ahora.
Si hablamos de tu trabajo, cuando la gente ve desde afuera que formas parte de estos mundos increíbles, donde además eres pareja de Jon Hamm, Leonardo DiCaprio, Hannah Einbinder y logras cosas que parecen imposibles para cualquiera, ¿qué piensas?
LI: Desde mi punto de vista siempre me da un poco de risa, ja ja. No burlándome, sino tratando de asimilarlo, pensando “¿esto es verdad?”. Todavía no pierdo el asombro por lo que hago y todavía me emociono cuando consigo un papel, y eso que llevo ya diez años en Hollywood. El otro día me di cuenta de que Christopher Nolan vive a dos cuadras de mi casa, siempre pasa caminando y tengo muchas ganas de salir corriendo y decirle “hola, quiero un rol” (risas). Todo el proceso es muy duro, no tienes control sobre las elecciones. Podrías ser la actriz más talentosa de la tierra y perfecta para ese papel en el guión, pero resulta que entra alguien distinta que a ellos les gusta y no tiene nada que ver contigo. Entonces hay mucho trabajo mental, de mantenerse y crecer como persona, tener los pies en la tierra, preocuparme de mis círculos para mantener un poquito esa sanidad mental. Pero claro, si no, uno se puede perder.
En 2021 protagonizaste una cinta que incluyó una temática muy importante. ¿Cómo fue para ti condensar en tu rol de “Women is Losers” todas esas percepciones luchadoras de un feminismo inminente?
LI: Todo eso pasó de manera muy linda, porque Lissette Feliciano, la directora y escritora, es una chica tremenda. Era su primera película, había hecho cortos antes, y cuando me llegó el guion y lo leí, escribí un sí enorme encima, con un destacador, pensando “tengo que hacer esta película”. También llegó en un momento de mi vida en el cual estaba experimentando una especie de crecimiento grande en cuanto a mi relación con la anatomía y con el derecho a tener agencia sobre ella. Estaba entrando a una edad donde empecé a sanar muchas heridas antiguas y este guion tenía todos esos elementos. Estaba ambientado en un periodo (años 70) donde los hechos fueron así, donde la mujer tenía muy pocas opciones, especialmente una soltera, latina, de las afueras de San Francisco. Que una chica estuviese sola intentando lograr una vida digna con un embarazo donde todas las puertas se le cerraban en la cara, me pareció algo superimportante de explorar. Y la responsabilidad no me llegó hasta después. Sabíamos que iba a ser tan impactante que, literal, un año después en Estados Unidos se empezó a derogar una ley que llevaba décadas en pie, la del derecho al aborto. Lo que nos estaba pasando fuera de escena era espejo de lo que nos estaba pasando en las grabaciones. Fue una experiencia superespecial.
"Todavía no pierdo el asombro por lo que hago y todavía me emociono cuando consigo un papel".
Al igual que Coen y McDormand o Cassavetes y Rowlands, estuviste al servicio de tu esposa (Sophie Tabet), como directora de Stone Cold Fox. ¿Cómo ha sido para ti compatibilizar esta dinámica romántica y laboral al mismo tiempo?
LI: Yo siento que funciona o no funciona; no hay punto medio. Porque tú sabes, John Krasinski y Emily Blunt la están rompiendo. Los creadores de Hacks también son pareja, Lucía y Paul. Al final no pude estar en la película porque me salió otra pega, pero sí quedé con el título de productora. Y ahora estamos haciendo toda la parte de edición que es brutal, porque tienes que dar tu opinión honesta sobre el trabajo y estar dispuesta a trabajar con tu pareja en calidad emocional. Entonces depende de tu relación, nos veo más futuro laboral; esta es la primera de muchas. Ya hemos trabajado juntas y tenemos una relación superbuena.
Y si pudieses escoger con quién trabajar haciendo una película, ¿sería tu directora a elegir?
LI: Es que no podría elegir a uno. Parte de lo que me gusta de mi trabajo es exactamente eso, que cada proyecto viene con un nuevo set completo de gente. Claro, como los Coen Brothers con la Frances McDormand, quienes siempre trabajan juntos, sí, yo podría seguir trabajando con Sophie para siempre. Pero me gusta trabajar con todo el mundo, quiero seguir conociéndome porque cada día me exploro como actriz y puedo seguir creciendo. Encuentro que aprender de distintas personas es un privilegio.
Eres muy extrovertida, irradias energía y por eso te va bien también, ¿no?
LI: Con los años de trabajo, terapia y crecimiento me he empezado a aceptar. Mi naturaleza es muy abierta, necesito comunicación. Encuentro que es importante en la vida proteger tu energía, eso sí lo aprendí y me ha costado mucho. Mi mamá siempre me decía “tú das mucho y eres muy ingenua, ¿por qué tienes que ser tan honesta y contar tantas cosas?” (risas). Ahora con los años comprendo que hay que ponerse la mascarilla primero antes de ponerle la mascarilla al otro; eso me ha costado entenderlo. Creo mucho en que todos los humanos y los que estamos acá en este universo vivimos este intercambio de energías siempre. Lo que uno le pone al mundo por naturaleza se tiene que devolver de alguna manera u otra. No me sale este rol de “hola, soy misteriosa y sexi”. Me he dado cuenta que en la vida me atrae la gente auténtica e intento serlo.
Cuéntanos sobre tus próximos proyectos.
LI: La película que produje junto a mi pareja, que está en edición ahora, está ambientada en los 80. Es sobre una chica que se escapa de una especie de culto, en California, y cuando lo hace se llevan a su hermana y vuelve a buscar venganza, muy revenge movie. Me tiene muy emocionada, nuestra protagonista es Kiernan Shipka, quien fue la hija de Jon Hamm, así que todo queda en familia; Krysten Ritter y Kiefer Sutherland. También estoy actuando en una serie para Amazon que se llama El Gato, algo superespecial porque es un proyecto que saldrá en inglés y español basado en un cómic latino. Cuando quedé no podía creerlo porque se graba en Ciudad de México, un lugar que es como un terremoto cultural, y está Diego Boneta como protagonista. Estoy superfeliz.
Por último, dinos una canción, un ícono y una película que te inspiren.
LI: Por ahora, The wonder of you de Elvis Presley, Linger de The Cranberries, Brat de Charli XCX, Calm Down de Selena Gomez y Rema, Chappell Roan. Especialmente para una persona queer, que este verano sea tan queer es heavy. En cuanto a ícono, Claudia Cardinale, siempre. Y una película, el corto de Federico Fellini Tobby Dammit (1968), es uno al que siempre vuelvo. Es raro, potente, oscuro, tiene mucho humor. Me encantan también Casablanca, El Padrino, la serie The Bourne Identity, True Romance.
Fotos: Khristio
Styling: Daniel Zepeda
Maquillaje: Paulo Román
Pelo: Ernesto Vargas
Asistente de fotografía: Jean Carlo Delgado, Ernesto Ayala
Asistente de stylig: Gabriela Vilchis
Asistente de maquillaje: Yurixhi García