Belén Pichara: pasión y legado familiar
El amor por la empresa familiar que lleva su apellido, forma parte del ADN de Belén Pichara, quien siempre supo que trabajaría en la reconocida marca de belleza para seguir con el legado de su padre.
La tercera de cuatro hermanas ―Valentina, Javiera, Belén y Amani―, Belén Pichara creció con el negocio familiar como algo que era parte de su cotidianeidad. Recuerda que cuando era pequeña, su padre, Abraham Pichara, dueño y fundador de la empresa, la llevaba a ella y a sus hermanas a las ferias de proveedores o a veces traía a su casa variedad de productos para que probaran en el pelo y el rostro. Rodeada de esa dinámica, aprendió mucho de su padre, quien siempre les transmitió la importancia de superarse y dedicarle todo el esfuerzo a su pasión, lo que Belén dice llevar en el corazón.
Ella siempre se imaginó siendo parte activa de la empresa. Hoy, a sus 28 años, es subgerenta Comercial de Pichara Perú, cargo que asumió en marzo de 2021 y a la par, planea remontar el emprendimiento de flores (@safari.flowers) que empezó apenas se tituló de Ingeniería Comercial en la Universidad del Desarrollo, pasatiempo que la inspira y entretiene.
En conversación con L’Officiel, nos contó sobre lo que significa para ella ser parte de Pichara; el trabajar en conjunto con su familia; lo que la inspira cada día; y los planes que tiene a futuro para la empresa tanto en Chile como en Perú.
Pichara es una de las empresas líderes de belleza en el país. ¿Cómo fue crecer con eso a tu alrededor?
Fue una experiencia enriquecedora. Desde chica vi a mi papá trabajar mucho en ella y él siempre nos inculcó el tener ética laboral, el ayudar a las personas, el amor por la empresa y el generar una familia en esta. Él nos hacía partícipe, por lo que siempre vimos muchas caras del negocio y a la hora de pasar a trabajar seriamente en la empresa, nada se te hace ajeno y todo lo haces con más cariño.
¿Qué significó para ti Pichara, desde pequeña hasta la actualidad?
Cuando era muy chica no tenía conciencia de esto, pero después sí tenía claridad de que era una empresa supergrande. Siempre significó mi responsabilidad a futuro, una especie de deber, pero eso nunca me generó rechazo, sino que era un deber que me daba gusto tener. Ahora que ya estoy dentro, para mí la empresa es un motor. Me causa mucha alegría ser parte y poder dar mis ideas, ir modernizando y actualizando lo que hizo mi papá, ya que la industria de belleza, que va de la mano con la de la moda, es superrápida, todo el tiempo sale algo nuevo y el consumidor cambia mucho.
También es entretenido porque las cuatro hermanas estamos dentro de la empresa. Tenemos edades cercanas pero alejadas a la vez, porque mi hermana mayor y mi hermana menor tienen 10 años de diferencia. Eso hace que cada una llegue a generaciones distintas y es algo muy entretenido porque todas vemos al cliente de formas distintas y abarcamos su necesidad de diferentes maneras. También es entretenido el poder implementar todos los planes que uno tiene y ver cómo van causando efectos en la empresa.
En 2021 asumiste el cargo de subgerente Comercial de Pichara Perú. ¿Cuáles han sido los mayores desafíos?
En primera instancia a mí me tocó enfrentar el negocio a través de la Academia Pichara, que es un público muy específico y distinto, porque es un servicio de educación. Después estuve en Mimi Beauty (el salón de belleza de Pichara) que era servicio al cliente y capacitar al equipo de manicuristas. Cuando tomé Pichara Perú, fue como “wow, esto es difícil”, porque es otro país que, siendo vecino, es superdistinto. Tiene una cultura muy linda, con un turismo y gastronomía muy desarrollados, pero la industria de belleza en comparación a Chile está menos desarrollada, por lo que fue un desafío introducir el valor de los productos en el consumidor peruano. Por otro lado, también lo fue el partir una marca de cero, porque aquí en Chile Pichara es muy conocido, en cambio, allá no.
También, son una empresa liderada por mujeres que, además, son tu familia. ¿Cómo es eso para ti?
Es muy bacán, en parte porque nuestro cliente principal son mujeres y también porque somos muy cercanas a los productos que vendemos, nos preocupamos mucho de aprobarlos nosotras. No puedo vender algo que a mí no me guste, lo encuentro poco ético. También, el ser mujer refleja seguridad a otras mujeres, que Pichara sea una empresa liderada por mujeres les muestra a otras que se puede, que nunca hay que tener miedo. Eso ayuda a quitar las barreras de género, que cada vez son más difusas.
¿Qué es lo que más te gusta de trabajar en Pichara?
Me gusta mucho estar con mis hermanas y mi mamá. Las cinco estamos muy involucradas en la empresa y le tenemos mucho cariño, siempre estamos luchando por lo mejor para esta. Lo otro es el apoyo que me genera tener a mis hermanas cerca, porque, aunque cada una tiene su área a cargo, siempre estamos todas atentas por si alguna necesita ayuda.
Hablando un poco más sobre ti y lo que disfrutas hacer fuera del trabajo, ¿de dónde sacas inspiración?
Mi mamá es superartista, le encanta pintar, y cada una de nosotras ha desarrollado el arte en su vida. A Valentina le gusta mucho la música y pintar, Javiera y Amani son diseñadoras y a mí me gusta mucho crear arreglos florales. Creo que las habilidades artísticas te hacen percibir cosas en el mercado que otros no logran ver, como la sensibilidad del consumidor, y todo eso te hace despertar creatividad y oportunidades de mejora para poder seguir creando. También me inspiro mucho a través de las vivencias personales, como cuando voy a una tienda, me fijo en cómo me atienden para saber cómo atender al otro.
Mirando hacia lo que viene, ¿qué planes tienen a futuro con Pichara tanto en Chile como en Perú?
En Chile queremos seguir siempre a la vanguardia, el objetivo es siempre mantenernos vigentes y tener todo lo que necesita el cliente. En Perú el objetivo principal es posicionarnos en el país y entregarle a los peruanos peluquería de calidad, instaurar una cultura en donde haya conciencia de lo que la gente se está poniendo tanto en el rostro como en el pelo.