Iluminar con arte
La fascinación por mirar las estrellas o por sentarse a observar el fuego; nos hemos sentido atraídos por la luz a lo largo de nuestra historia. Los artistas que trabajan con este elemento han sabido contenernos con obras que emocionan, sorprenden, transportan, pero por sobre todo, iluminan.
“Mantuve un año en secreto mis primeros objetos, experimentando y disfrutando sus posibilidades en casa, hasta que decidí iluminar el cumpleaños de una amiga escultora. Entre artistas, curadores y coleccionistas de arte, mis objetos brillaron en todas sus posibilidades. Esa noche se interesaron coleccionistas, y con las primeras ventas comencé un camino que me ha permitido experimentar y descubrir en distintas escalas”, cuenta Daniela Josefina, artista, restauradora de edificios y codirectora de HAMBRE (@hambrehambrehambre), quien relata parte del inicio de su investigación y de las posibilidades expresivas de diversos objetos con luz eléctrica. Daniela forma parte de una generación de creativos y artistas chilenos que decidieron desarrollar una exploración en torno a este elemento.
Nombres consagrados como Iván Navarro y Alfredo Jaar han transitado –en su propia manera– este camino hacia la luz. “Una obra lumínica aporta una experiencia, no sólo jerarquiza el lugar en el que se ubica, sino que contribuye con sus características lumínicas y las proyecta en el espacio. Incluso puede conducir la conversación en torno a ella, o dejar en silencio a sus espectadores”, afirma Catalina Harasic, diseñadora integral de la Universidad Católica y magíster en Arquitectura del Paisaje UC. Actualmente tiene su propia oficina (@switch_iluminacion), donde trabaja proyectos de iluminación de interior y exterior, públicos y privados, y explica que en la década de los 60 el diseñador de iluminación Richard Kelly planteó una idea que sigue vigente hasta el día de hoy: la luz cumple tres funciones:luz para ver (Ambient Luminescence), luz para mirar (Focal Glow) y luz para contemplar (Play of Brilliants). “Esta tercera idea establece que la luz en sí misma es placentera, podemos contemplarla por largos períodos de tiempo disfrutando cada estímulo que el medio provee. Por ejemplo: el juego de brillos y refracciones en las lágrimas de cristal, o el dinamismo y cambio de tonalidades en el fuego de la chimenea, y hoy en día los espectáculos de luces de recitales que nos atrapan en la sucesión de estímulos visuales”, agrega Harasic.
Daniela Josefina, por su parte, recuerda que años atrás las fuentes de luz disponibles en el mercado eran muy tradicionales, las ampolletas incandescentes eran estáticas y las posibilidades experimentales –como el neón o los fluorescentes– no estaban al alcance de proyectos domésticos. La llegada de la tecnología led, que permite opciones más accesibles, abrió las posibilidades para cada hogar y se trasladó la frontera de lo utilitario a lo estético. “Desde ahí aparece la puerta de entrada a mis objetos de luz. En dos años han llegado a más de 20 hogares y solo un cuarto de esos espacios son de coleccionistas de arte”, comenta. El dúo de artistas NOCTUARY (@_noctuary), conformado por Diego Miranda y Soledad Águila, se desenvuelve como un espacio de juego en el que se aborda la luz como un material. El hacer y la experimentación son parte de la esencia de sus trabajos. “Buscamos crear una interacción que sea inmersiva, donde el espectador pueda transportarse a otro estado. Lo que queremos es generar sensaciones envolventes e hipnóticas. Es muy importante para nosotros el trabajo del objeto. Sin importar la fuente lumínica que sea, hay algo que se ve marcado en nuestro trabajo: el uso del volumen de luz”, explica Soledad. Las últimas piezas que han trabajado rescatan el tema de lo objetual, donde la luz aparece y se proyecta más tangible, lo importante aquí es generar sensaciones que permitan dialogar con el espacio.
UN NUEVO OBJETO DE DESEO
El año pasado la revista de diseño de interiores Architectural Digest mostró la casa de la modelo Kendall Jenner en un video de YouTube. Más allá de rescatar la dedicación con que Jenner había elegido cada pieza presente en su hogar, uno de los momentos centrales se detuvo en un gran óvalo rosa que iluminaba una de las paredes: “Scorpius”, la escultura lumínica del artista James Turrel que tiene gran protagonismo en su vivienda, forma parte de la extensa obra de este autor que ha trabajado con la luz y el espacio creando obras de arte, que involucran a los espectadores -en sus propias palabras- con los límites y la maravilla de la percepción humana. La presencia de arte lumínico en las viviendas tiene que ver con algo cultural, analiza Soledad Águila. “Forma parte de las cosas que uno ve y la información que uno recibe. De alguna manera todo este input respecto de la luz y cómo se entiende el trabajo lumínico es algo mucho más masivo hoy en día.
Alguien puede querer experimentar a través del uso de color: ¿Qué pasa si pongo una luz roja en mi pieza? ¿O una verde? ¿Cómo se transforma el espacio?”, señala Águila Por otro lado, la artista María José Tapia (@maria.jose.tapia) agrega el elemento Covid-19 como un detonador: “Quizás ahora, con la pandemia, ha resultado que la gente compre más cosas para iluminar su casa, y así generar distintas situaciones en el mismo espacio”. María José estudió arte en la Universidad Diego Portales y desde ese momento comenzó a experimentar con la luz en distintos formatos, hasta que se dio cuenta, de que quería tener un control total de la proyección, lo que la llevó al video mapping. Esta técnica se ha podido observar en espacios musicales y artísticos, sin embargo, en el último tiempo uno de sus exponentes más notorios es el equipo detrás de Delight Lab, quienes a través de una visión y manifestación ligada a la política han desplegado su luminaria en contadas ocasiones hacia la Torre Telefónica en el centro de Santiago, llegando incluso a ser censurados. “El video mapping se puede llevar a distintos formatos, incluso a una escala muy grande como edificios o casas. La proyección interactúa con un espacio arquitectónico o escultórico en un calce perfecto a través de las proyecciones, lo que permite generar distintos mundos por medio de la animación 2D o 3D”, afirma la artista, quien se ha destacado por su trabajo en el área de la música, iluminando con su arte distintos recitales y conciertos.
La llegada de la tecnología LED abrió las posibilidades para cada hogar y se trasladó la frontera de lo utilitario a lo estético.
Desde la necesidad técnica de resolver trucos tecnológicos artísticos nace Trimex (@trimexcollective), un colectivo multidisciplinario formado por el núcleo entre Andrés Terrisse, Juan José Aldunce y Roy Macdonald, junto a otros colaboradores que se van sumando, dependiendo del proyecto. “Lo que hacemos es desarrollar una línea entre el arte, ciencia y tecnología”, explica Andrés, y continúa: “Algo que nos caracteriza es que somos muy técnicos en términos de herramientas y desarrollo hacia el arte, lo que se busca va más allá de un resultado estético. Nos gusta el hacer, la manufactura”. Trimex se especializa en la creación de experiencias inmersivas que juegan con el “recorrido y la experiencia”, sus tres técnicas madre son el uso y fabricación de Leds, el láser y la proyección. Actualmente trabajan con técnicas mixtas que incluyen estos dos últimos elementos, los que pueden conversar al mismo tiempo e ir reaccionando en tiempo real al unísono. “Es un arte performático pensado para ser instalado en un sitio específico y que haya convocatoria de gente. Nuestras instalaciones son de gran formato y la idea es que sean habitadas por personas. Una de nuestras necesidades es intervenir espacios en específico, pero también vendemos obras instalativas”, agrega Terrisse.
La académica Catalina Harasic manifiesta que una obra de arte lumínica tiene la cualidad de ser la protagonista indiscutida de un recinto. Y tiene la virtud de estar presente cuando todo lo demás está apagado. Algo que confirma la artista Daniela Josefina con sus objetos de luz: “Lo que más disfruto es la sorpresa, y curiosidad que sienten en la primera mirada a mis objetos, en personas de todas las edades y en distintos contextos. Desde las estrellas al fuego, históricamente la luz nos lleva a lo divino y cuando se encienden mis objetos esa magia se toma los espacios y superficies. Con cada pieza me interesa intensificar el efecto mágico de la luz, al servicio de la comodidad y el goce”, finaliza.