Arte y Cultura

El gran error de Matías Prado

En el marco de su nueva exposición Juego, Forma y Color –disponible hasta el 27 de octubre en el Museo Artequin–, el artista e ilustrador nacional relata su paso por las nuevas materialidades y la importancia que tiene el error en su proceso creativo.

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Fotografía por Yvel Ansorena (@yvelansorena).

La muestra Juego, Forma y Color, que se está exhibiendo en el Museo Artequin hasta el 27 de octubre, invita al público a asumir el mismo rol que Prado en su taller: experimentar con distintas formas geométricas, ordenar y desordenar las cosas, hallar una inmensa cantidad de maneras para armar un cuadro, divertirse y equivocarse. 

Si bien el museo se conoce históricamente por ser un lugar dedicado a la interacción de los niños con el arte, el pintor menciona que “cuesta definir si esta exposición es solamente para menores o mayores. Sí creo que hay una parte más dirigida a los padres, que es la cerámica, compleja y pensada para que un adulto también pueda interactuar con la obra”.

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Blazer: aure0001, fotografía por Yvel Ansorena (@yvelansorena).

Un muro didáctico, puzzles de cerámica, una alfombra y collages son solo algunas de las piezas que contempla Juego, Forma y Color. Con un dejo a su exposición pasada en Isabel Croxatto Galería, el ilustrador incorpora nuevas obras con un aspecto más dinámico para que los espectadores sean parte de su arte. 

El "errar hasta encontrar" ha sido un breve resumen del último año para Prado. Entre risas y distracciones, el artista relata que esta nueva exhibición es una proyección de una mirada más madura de su trabajo, en que comprende el fallo y lo utiliza de aprendizaje. “Ahora quiero empezar a pintar y a hacer cerámica en formatos mucho más grandes porque esos nuevos lugares me van llevando a nuevos errores”, dice con certeza. “Me gusta que quede al descubierto ese lenguaje de ‘esto lo podría haber hecho cualquier persona o un niño’, esa frase me encanta”, confiesa. 

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Fotografía por Yvel Ansorena (@yvelansorena).
Fotografía por Yvel Ansorena (@yvelansorena).
Fotografía por Yvel Ansorena (@yvelansorena).
Fotografía por Yvel Ansorena (@yvelansorena).
Fotografía por Yvel Ansorena (@yvelansorena).

Mirar desde la niñez

Plasmar sus personajes en Artequin surge de una propuesta que le hicieron a finales de año. Durante 2024, Matías se ha dedicado a producir y experimentar, a jugar con nuevos materiales y a idear la forma para incorporar la entretención y la interacción en esta propuesta. Según él, “hacer trabajos para niños es muy difícil, pero el juego es un vínculo que debe existir toda la vida”.

L’OFFICIEL: ¿Desde el momento en que nace la idea de esta exposición quisiste incorporar el juego en el arte? ¿Siempre ha estado en tus piezas, o fuiste redireccionando tu idea hasta llegar aquí?

MATÍAS PRADO: Fue mutando. Quise hacer una mezcla, no olvidarme de que para mí la instancia de crear tiene que ser al jugar. Entonces retrocedí un poco, recordé qué fue lo que me llevó a tener tantos seguidores, o porqué a la gente le gustan mis ilustraciones y me di cuenta de que disfrutan las formas simples. Desde ahí decidí incorporar el juego, que es el lugar al que me está llevando la cerámica. Siento que estoy volviendo a jugar y a equivocarme.

L’O: ¿Crees que el trasfondo de esta muestra es distinto a las demás que habías hecho anteriormente?

MP:  Sí, es totalmente distinta porque acá hay algo muy lindo. Siento que los niños se van a vincular con mi obra, van a ser parte de ella y, en el fondo, terminan siendo mis personajes, pues ellos son quienes interactúan con las formas. Creo que ese era el gran desafío de esta exposición. Y sin duda el muro didáctico es el que se lleva el título Juego, Forma y Color, donde cada persona realmente va a crear su propio universo. 

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Fotografía por Yvel Ansorena (@yvelansorena).
Fotografía por Yvel Ansorena (@yvelansorena).
Fotografía por Yvel Ansorena (@yvelansorena).
Fotografía por Yvel Ansorena (@yvelansorena).
Fotografía por Yvel Ansorena (@yvelansorena).
Fotografía por Yvel Ansorena (@yvelansorena).

Más que ilustrador 

L’O: ¿Sientes que la gente subestima el valor del artista por ser influencer?

MP: Considero que tiene mucho que ver desde las generaciones y las maneras de pensar, como que el artista tiene que estar solamente en un taller pintando, pero yo creo que se enjuicia un poco. Pero detrás de todo esto, es la única manera de llegar a más personas. Al trabajar con marcas, con ilustraciones o ropa, hay personas a las que me puedo acercar y ellos van a encontrar mi trabajo. Bajo mi punto de vista no tiene nada de malo y es totalmente saludable. 

La libertad de permitirse a sí mismo mantener su niñez interior es lo que lo ha llevado al éxito y a la popularidad en las redes sociales. Ya por el año 2016, era conocido en Instagram y bajo su punto de vista, es injusto no considerarse a sí mismo como creador de contenido, pues tiene más de 73 mil seguidores y es la principal forma para dar a conocer su arte. “Obviamente lo tomo con amor y odio, pero lo siento como si fueran mis mecenas”, señala. 

L’O: Pasaste de lienzos blancos con pequeños sujetos a una versión más geométrica de tus personajes en formatos mucho más grandes, además hay piezas de cerámica en tus colecciones, ¿de dónde crees que proviene la evolución de tu obra y el uso de las nuevas técnicas? ¿Crees que dejaste de lado la ilustración para empezar esta nueva era?

MP: Sí, yo creo que de alguna manera la estoy dejando. Esta pregunta se me hace mucho más difícil porque es algo que se siente como una transición, entonces también desconozco. Estoy viviendo esta nueva experiencia, estoy tratando de que no sea a la fuerza, sino que sea totalmente natural, para que esa misma naturalidad que yo tenía en la ilustración se vea reflejada también en mis nuevas pinturas y esculturas, en el fondo de mis obras.

Prado afirma que no ha dejado de presentarse como ilustrador, pues ese título lo hace sentirse cómodo y “no quiero perder ese lenguaje, ni llevarlo al olvido y sentirme otra cosa por encasillarme en lugares”. Además, relata que él se autodenomina como artista, pues en esta etapa de su vida, es lo que está explorando y que tiene muchas ganas de seguir construyendo en base a este relato: “Ahora quiero empezar a pintar formatos mucho más grandes y hacer cerámica en formas más grandes”. 

 

Del ayer y el hoy

Durante su trayectoria, el pintor se ha dado cuenta que lo que más le gusta evocar en las personas que observan su trabajo, son las ganas de hacer algo similar, “que a través de las cosas simples que yo dibujo, alguien se sienta representado y le den ganas de hacer lo mismo.

L’O: ¿Hacia dónde miras para el futuro y hacia dónde crees que va tu obra?

MP: Si es por jugar, imaginar y soñar, quiero explorar nuevos lugares y empezar a exponer fuera de Chile. Estoy soñando en voz alta, que siempre lo hago. Me llama mucho la atención poder interactuar con una pieza de arte, acercarse y tocarla, estoy apuntando un poco hacia ese recuerdo. Pienso que mis nuevas creaciones va a mutar más a lo que estaba siendo en un comienzo, con la ilustración, que es poner al frente todo lo mal hecho, todo el juego, todos mis errores, todo el primer trazo, el primer lenguaje, toda la primera búsqueda y decir este soy yo. 

Entre las paredes coloridas que generan una guarida para los personajes que habitan en los collages, los acrílicos y las cerámicas, Matías Prado espera con ansias la inauguración de esta nueva exposición y desea que todo aquel que contemple y juegue con su obra, tenga tantas ganas de cometer errores en el arte como él. 

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