Sotheby's celebra el mundo de la joyería masculina con una nueva exposición

Fotografía de Aaron Lippman

Diseñado por Sachiko Earlene Clyde

La nueva exposición de ventas llamada For the Boys, de Sotheby's ―un evento único en su tipo―, muestra la evolución de la joyería masculina desde mediados del siglo XIX hasta la actualidad. Encabezada por la autoridad de la industria Frank Everett, vicepresidente de Joyería de Sotheby's, la serie presenta una combinación de obras de archivo de marcas heredadas como Van Cleef & Arpels, Cartier y Tiffany & Co., así como una buena dosis de estilos más modernos y favoritos de culto como Chrome Hearts, David Yurman, Shaun Leane y más. En un viaje a través del tiempo, For the Boys presenta artículos que van desde broches de la era Mod de los años 60, tachonados con piedras preciosas, hasta estilos geométricos de los 70. Con un guiño a los íconos de estilo actuales como Harry Styles y A$AP Rocky, la exposición también destaca cómo los cambios recientes en las tendencias de moda de las celebridades han generado un renacimiento en la joyería para hombres más allá de las piezas tradicionalmente masculinas. Al arrojar luz sobre el pasado, Sotheby's abre un camino para despertar el interés de los aficionados a la joyería del mañana.

Para tener una mejor idea de la visión de Frank Everett para la exposición y el mundo de la joyería en general, L'OFFICIEL habló con él sobre el pasado, el presente y el futuro de la joyería masculina.

Esta exposición de venta For the Boys cubre la evolución de la joyería masculina. ¿Cuáles son algunas de las características distintivas de esa historia que veremos en esta colección?

Por lo general, la colección comienza a mediados del siglo XIX y sigue adelante, y es una evolución constante. Siempre ha habido cierta presencia de joyas en los hombres, pero puede ser limitada, aunque creo que estamos en una época en la que todos podemos usar lo que queramos usar. Hay ciertos tipos de joyas que parecen ser más fáciles de adoptar para los hombres: si nos fijamos en cosas que se remontan a algo masculino, como las placas de identificación, estas se consideran "aceptables", porque se relacionan con el ejército. Luego tienes esas pulseras de cuentas que a los chicos les encanta usar y que se relacionan con la cultura de los surfistas. Pero, ¿qué pasa con otros tipos de joyas? ¿Qué tal un broche, por ejemplo? Siempre intento que los hombres los usen y ahora lo hacen cada vez más. Es el momento para que los hombres adopten no sólo diferentes tipos de joyería, sino que usen más de una pieza. Creo que hacia allá nos dirigimos.

¿Tienes una pieza particularmente favorita de la colección o una que tenga una historia particularmente interesante que te guste?

En esta colección hay un broche floral en particular que está compuesto en su mayoría por diamantes viejos. Para mí es la joya completa porque es una pieza del siglo XIX y tiene todos los diamantes de talla antigua, con pequeños toques de tsavorita verde, que son el color más hermoso. Está entente blanc para que las flores se muevan un poco, y es algo que me encanta sostener y mirar. 

Por otro lado, me atraen las piezas de Shaun Leane, que es un querido amigo y trabajamos juntos en la subasta de algunas piezas que hizo para Alexander McQueen. Las que estan en la exposición realmente se remontan a las raíces de algunas de las cosas que McQueen hizo, particularmente una con diseño de serpiente que es básicamente una vértebra de serpiente en forma de collar y pulsera. Me encantan esas piezas, y las amo por la historia que tengo con Shaun y con su mundo del diseño. 

Quiero volver a los broches, que sé que son uno de tus favoritos. ¿Qué es lo que te atrae de ellos?

Para mí, el broche es la máxima expresión del arte del joyero. En otras palabras, no tiene que colgar del lóbulo de la oreja, no tiene que caber en el dedo, no tiene que reposar alrededor del cuello. Es sólo una pequeña escultura a la que le pones un alfiler. Por eso me gusta que los joyeros y los diseñadores tengan más rienda suelta para crear estas cosas. También creo que los broches tienen un peso que no se presta para muchas telas de la moda femenina, las chaquetas de hombre los mantienen mejor. Claro, obtienes estas piezas vintage de los años 40, 50 y 60; en ese entonces las mujeres usaban más chaquetas y trajes de tweed ―y todavía lo hacen―, pero, por esas mismas razones, creo que son perfectos para los hombres. 

Desde tu perspectiva, ¿cuáles son algunas de las innovaciones o cambios más interesantes que estás viendo en el mundo de la joyería?

El nivel de comodidad con varias piezas es realmente clave. La primera vez que me sentí cómodo usando más de una cosa fue cuando comencé a trabajar para David Yurman. Lo veo como el líder contemporáneo de la industria de lo que tradicionalmente llamamos joyería masculina. Es sorprendente lo cómodo y sencillo que puede parecer llevar cuatro, cinco, seis piezas. Colocas dos o tres collares, un par de pulseras y un anillo en cada mano. Suena como un montón de joyas y, sin embargo, hay algo que lo mantiene todo unido, sigue siendo una mirada cohesiva. Todo se reduce a qué te sientas cómodo, a qué te quede bien y a cómo quieres expresarte. Eso es seguir adelante: pensar fuera de lo común, usar una prenda que tal vez tradicionalmente se consideraba de mujer y también usar más de una cosa a la vez.

En los últimos años hemos visto un renacimiento de la joyería masculina fuera de la clásica cadena o de piezas más tradicionales. Mucha gente lo atribuyó a íconos como Harry Styles o A$AP Rocky, que son conocidos por difuminar las líneas de género.  Desde tu perspectiva, ¿sientes que, como hombre, uno necesita involucrarse con la feminidad para poder apreciar las joyas o esto simplemente les ha dado a los hombres la oportunidad de apreciarlas?

Creo que es todo lo contrario. Hay piezas de joyería que ya no tienen un apego estrictamente femenino. Una de las inspiraciones para esta exposición fue una fotografía de Dwayne Wade de hace un par de años en la Met Gala, donde llevaba puesto una chaqueta blanca con un clásico collar de diamantes, que normalmente habría sido para una mujer, y un broche de Schlumberger ―de la década de 1960, un pájaro pavé con plumas en la cabeza sentado sobre una gran piedra preciosa―. Entonces, él es lo que se considera un hombre hipermasculino, pero no lleva placas de identificación ni pulseras trenzadas. Lleva un collar de diamantes y un broche de Schlumberger para Tiffany & Co.; y se veía increíble.

Los broches siguen ganando popularidad y ahora todo tipo de hombres han usado todo tipo de broches. Probablemente no haya tantas flores como creo que debería haber, los broches de flores son perfectos para los hombres porque, si piensas en los viejos tiempos, los hombres siempre tenían un pequeño boutonniere. Tenías una flor real, una margarita, un clavel o una rosa en la solapa. ¿Por qué no tener una que nunca se marchite? Esta es una flor hecha de oro, platino y diamante. Pero creo que ahora son solo joyas. Y si lo usa un hombre, entonces es joyería de hombre, y si lo usa otra persona, no lo es. Solo estamos tratando de crear conciencia y poner el foco en que estas fabulosas joyas sean más utilizadas por hombres.