El mundo de Olivia

Incluso a través de la pantalla es fácil adivinar por qué Olivia Donoso (@olidonoso) solía ser constantemente abordada por agencias de modelaje en las calles de Londres cuando era apenas una adolescente. Hija del campeón chileno de polo Gabriel Donoso y de la exmodelo británica Lisa Butcher, su altura y semblante no pasan inadvertidos ni en este rincón del mundo ni al otro lado del Atlántico.

Pero Donoso no siempre estuvo convencida de incursionar en el modelaje. Su madre, en vez de instarla a seguir sus mismos pasos, le recomendó la paciencia. “Me decía: ‘Habrá tiempo para ti de modelar más adelante. Si quieres, podemos esperar’”, recuerda. Y, como ella misma admite, se tomó realmente en serio ese consejo. “Esperé, terminé mi educación, tomé mis dos primeros años de universidad, y mientras estaba ahí, comencé a sentir que podría estar haciendo algo mejor con mi tiempo”. Tras un par de años estudiando Idiomas en la Universidad de Exeter, en Inglaterra, Olivia finalmente firmó con la agencia de modelaje Established, fundada por la antigua agente de su progenitora.

Entre campañas y semanas de la moda, pronto descubrió que la pasarela era lo que más le atraía –y que tendría que esforzarse para dominarla al ciento por ciento–. “No se me dio natural, tomé clases de catwalk”, explica. “Y una vez que le capté el ritmo, me volví bastante buena y me contrataron para mejores trabajos”. Las clases rápidamente dieron frutos, siendo convocada una y otra vez para lucir las colecciones de Vivienne Westwood. “A fin de cuentas, en esta industria es nadar o hundirse”, reflexiona. “A menos que seas muy afortunada, ¿de qué otra forma se supone que conozcas algo que es completamente nuevo para ti? Encontrar esa caminata que funciona, y con la que te quedas, es un trabajo duro”. Pero ella está dispuesta a hacerlo.

A pesar de haber construido una carrera internacional en la moda y de haber trabajado con marcas como Chanel o Hermès, la modelo continúa visitando Chile cada año. “Es un país deslumbrante”, dice. “Cuando aterrizo allá me siento como en casa”. Y es que su niñez estuvo dividida en dos mundos: por un lado, eventos y alfombras rojas de la mano de su madre en el Reino Unido y, por otro, caballos y naturaleza en el campo de su padre en Melipilla. “Él era un ser excepcional”, dice sobre el malogrado polero que falleció en 2006 tras lesionarse en un partido. “Lo recuerdo simplemente como un ser muy divertido, una persona muy sonriente que amaba a los caballos. Vivía por ellos”.

Hoy, no es sólo el modelaje lo que enciende su pasión. Su interés por ayudar a los demás y la psicología la incentivaron a estudiar hipnoterapia, área donde ya está calificada para atender pacientes y lo difunde a través de la cuenta de Instagram @oliviadonosotherapy. “Empecé a ver clientes el año pasado y ayudé a alguien a dejar de fumar”, cuenta emocionada. “Es la mejor sensación del mundo, no podía creerlo; poder ayudar a alguien a cambiar su vida de una manera tan positiva”. Por si fuera poco, Olivia está pronta a iniciar un nuevo capítulo en su carrera tras ser recientemente fichada por una agencia en Nueva York para modelar, por primera vez, en la Gran Manzana. Sueña con poder aplicar sus estudios en la materia que mejor conoce: la moda. “Me encantaría ayudar a las personas que están experimentando las mismas cosas que yo sentí cuando estaba partiendo, como la ansiedad y la falta de confianza”, concluye.