La belleza sobrenatural del tiempo
Un pegaso con alas resplandecientes emerge desde el reloj Slim d’Hermès. Un lujo para llevar en la muñeca y atesorar de por vida.
La maison crea objetos. Sus artesanos que llevan largos años trabajando en la firma son los encargados de manufacturarlos de tal forma que se conviertan en cómplices de quienes los usan. Es el caso de su relojería. Aquí, el tiempo también adquiere la cualidad de objeto, uno que posee la facultad de convertir cada instante en un momento de goce, privilegio y fantasía. De ahí su espectacular última versión de la mano de un clásico: El reloj Slim d’Hermès, un modelo creado en 2015, ahora en La Source de Pégase, que muestra un caballo alado de colores resplandecientes, surgido del virtuosismo de artesanos del esmalte y el grabado.
Este símbolo de inspiración mitológica, ahora reinterpretado con oficios artísticos, fue extraído del pañuelo La Source de Pégase, diseñado por el artista francés Pierre Marie. La imagen plasma el momento en que Pegaso golpea con un casco el monte Helicón y hace brotar la fuente de Hipocrene. Este estilo narrativo y decorativo representa un Pegaso radiante en un universo alegre y fantástico.
La criatura fantástica, transpuesta a la fina esfera del reloj Slim d’Hermès, es solo el comienzo de una nueva dimensión creativa. En su versión de color amarillo luminoso, enmarcada por 52 diamantes baguette, el esmalte se combina con la marquetería de paja. El fondo de la esfera de esmalte campeado contiene alveolos rellenos de polvos de vidrio coloreado que se mezclan con aceites naturales y se hornean a más de 800 °C para fijar las diferentes tonalidades.
Este Pegaso en relieve se compone de gran cantidad de capas de esmalte aplicadas y horneadas sucesivamente, que a continuación se han grabado a mano. Las alas abiertas se despliegan trabajadas en marquetería de paja de centeno seco. Las hebras, previamente seleccionadas, se recortan de una en una, se tiñen y secan para formar el motivo sobre una placa de oro que finalmente se sitúa sobre el esmalte.
El segundo modelo, igualmente resplandeciente pero en tonos celestes, representa a Pegaso con alas tejidas en oro sobre un fondo de nácar pintado. Los colores se aplican delicadamente a pincel sobre la esfera y se fijan al horno para recibir a continuación el perfil del caballo en oro, creado en relieve por el grabador con buril y cincelete. Luego se finaliza con pintura a mano.
Estas dos esferas de alto trabajo artesanal se alojan en una caja redonda de oro blanco de 39,5 mm de diámetro que alberga el movimiento extraplano de manufactura Hermès H1950 de cuerda automática adornado con el motivo formado por la inicial H. La correa, confeccionada en el taller de Hermès Horloger, es de aligátor chantilly o azul Mikonos, a juego con el colorido de cada reloj. Ambos llegan al mercado en una edición limitada de apenas 12 ejemplares.