Travis Barker se sincera sobre Kourtney Kardashian, su accidente de avión y Taylor Hawkins
El baterista de blink-182 habla en exclusiva sobre mantenerse centrado, superar la ansiedad y convertirse en mentor para una generación completa de jóvenes creativos.
Desde el comienzo de su mandato con blink-182, Travis Barker fue el "serio", un oasis de relativa calma y madurez entre los chistes y las expresiones juveniles que animaban a sus compañeros de banda. Barker adoraba a los bateristas de jazz y practicaba durante horas todos los días, pero casi más importante, esta estudiada devoción por su técnica se combinaba con el je ne sais quoi que separa a las verdaderas estrellas de rock de las falsas.
Entonces, tal vez no sea sorprendente que, un par de décadas después, Barker haya seguido siendo reconocido por su maestría musical y su estilo mientras envejece y se convierte en un mentor para una nueva generación de artistas: un ejemplo de cómo casar el estrellato con el trabajo duro. La noche antes de que nos reunamos en el Hotel Baccarat de Manhattan, Barker culminó en una aparición en el desfile de la Semana de la Moda de Nueva York de Tommy Hilfiger con una presentación en vivo de una canción original de solo unos minutos de duración para la que, sin embargo, practicó 10 horas. "La música es mi religión; es todo lo que hago”, dice, muy serio, desde su asiento en el comedor del hotel. “Desde el momento en que me despierto hasta el momento en que me acuesto todos los días, estoy produciendo, escribiendo o tocando. Además de mis hijos, eso es todo lo que sé”.
Este compromiso obstinado le ha permitido a Barker vivir múltiples vidas en la corriente principal estadounidense, más allá del dominio pop-punk de blink-182. Se ha convertido en el baterista de referencia en todos los géneros musicales y generaciones, actuando con raperos y punks por igual, y supervisa las carreras de estrellas emergentes como Willow y Machine Gun Kelly. También es, en particular, un nuevo cuerpo celeste dentro del universo Kardashian, luego de su noviazgo público y posterior matrimonio con Kourtney Kardashian. El futuro tiene muchos planes que le emocionan, aunque cortésmente se negó a revelar spoilers (sobre todo con respecto a los persistentes rumores de que el guitarrista Tom DeLonge se reincorporará a blink-182, años después de su partida). [Nota del editor: el día martes 11 de octubre, el el trío original anunció una gira mundial y nueva música].
Hablamos con el músico sobre rendir homenaje a amigos pasados, volver a aprender a volar, qué lo mantiene en marcha y mucho más.
L'OFFICIEL: En tus memorias, hay un par de casos de personas que hablan de lo impresionados que estaban con tu forma de tocar. ¿Recuerdas cuándo te diste cuenta de que tenías ese impacto en la gente?
TRAVIS BARKER: Sería genial escuchar eso; son esos momentos en los que dices: "Oh, tal vez estoy haciendo lo correcto". Pero nunca lo tomaría e inflaría mi ego. Simplemente me daría la motivación para seguir adelante. Jugaría con cualquiera con quien pudiera jugar y me lanzaría a estas situaciones solo para ver si podría aguantar. Lo que podría hacer, ¿sabes?
L'O: Mucha gente lucha con ese ego. ¿Hay algo que hagas para mantenerte centrado?
TB: Ve a boxear y recibe un par de golpes en la cara. Eso siempre controlará tu ego.
L'O: En los últimos dos años, has estado trabajando de manera más visible con artistas más jóvenes. ¿Qué te empujó en esa dirección?
TB: El COVID pasó y lo cambió todo. Por lo general, estoy en mi estudio durante un mes, y luego me apartan para hacer shows o lo que sea, y ahora solo estaba en mi estudio. Así que fue muy fácil. Había terminado de producir un montón de cosas para Trippie Redd; había hecho una canción para Machine Gun Kelly; y luego teníamos este pequeño equipo que siempre estaba pasando el rato. Luego, en ese momento, todos estaban encerrados, y yo estaba como, a la mierda, me quedaré en el estudio todos los días y escribiré y grabaré porque nadie sabía lo que iba a pasar. Literalmente me quedé en mi estudio durante 20 horas al día, todos los días, durante unos seis meses, y coescribí y produje [el álbum de Machine Gun Kelly de 2020] Tickets to My Downfall. Solo trabajo con personas con las que quiero trabajar.
No tengo un manager que me ponga en el estudio con artistas. Kelly y yo nos conocemos desde hace 15 años. Ha venido a programas de blink-182 y he visto toda su carrera. He sido como un mentor para él y él ha sido como un hermano para mí. Así que casi todo sucede orgánicamente. Fue muy divertido no estar de gira y simplemente estar en el estudio y crear cosas y hacer todo lo que normalmente no haces.
L'O: Habiendo visto cambiar la industria de la música, ¿cuál es el consejo que compartes con los artistas jóvenes que desearías haber recibido al principio?
TB: No lo sabes hasta que lo vives, ¿verdad? Cuando bkink-182 estaba en su punto más alto, la etiqueta simplemente nos decía qué hacer. No sabíamos que podíamos decir "No queremos hacer eso", solo pensamos que haces lo que te dicen si quieres estar en el sello. Pero también éramos tan buenos burlándonos de nosotros mismos... mi experiencia fue el equilibrio perfecto de no tomarte a ti mismo demasiado en serio. No tuve ningún tipo de mentor aparte de cuando hablábamos con personas que tenían más experiencia que nosotros, pero aprendes algo de cada gira. Una gran canción sigue siendo lo que necesitas, antes de que TikTok pueda funcionar para ti. Hay mucha gente escribiendo canciones pegadizas, y algunas de ellas son solo 20 segundos de una canción que es popular en TikTok, pero otras personas están haciendo grandes álbumes, ¿sabes? El álbum de Turnstile [GLOW ON de 2021] fue excelente de principio a fin, no se supone que sea tendencia en TikTok. Veo todo el tiempo que una canción es muy popular en esa plataforma, pero cuando la canción sale, no es popular. No le presto mucha atención a esa parte de la música, pero una gran canción es clave; y, por lo general, si es una gran canción, se puede producir de un millón de formas diferentes, incluida solo una versión acústica. Pero tiendo a amar los álbumes. En una época en la que todo el mundo se mueve por los sencillos, me gusta poner Paul's Boutique de los Beastie Boys y estar muy contento.
L’O: Acabas de volver de tocar en Londres en el tributo a Taylor [Hawkins, el antiguo baterista de Foo Fighters, quien falleció a principios de este año]. ¿Cómo fue esa experiencia?
TB: Fue agridulce. Conocí a Taylor durante mucho tiempo. Me fui de casa cuando me gradué de la escuela secundaria porque mi papá me había dicho: "O vas a trabajar 60 horas a la semana y pagar el alquiler, o vas a tocar la batería y hacer esto de la música, pero no lo harás acá". Un amigo mío me llamó, yo estaba como, “Solo voy a trabajar; mi jefe quiere que me una al ejército”, y dijo: “Es un gran error: ven a dormir en mi sofá y toca en esta banda de punk que comencé”. Para resumir, empezamos a tocar todos los jueves en estos clubes y Taylor siempre venía. Yo era un basurero que tocaba en una banda de punk, patinaba todos los días y Taylor venía a mis shows. Todavía no era Taylor Hawkins; lo era para muchos de nosotros, pero nadie sabía realmente de él. Simplemente diría: “Hombre, vengo todas las semanas para verte tocar la batería. Vas a llegar lejos, hombre".
Fue tan agradable tener el apoyo de alguien que ni siquiera conocía; solo hablábamos de batería. Luego, un año después, él está en Foo Fighters y un año después estoy en blink-182, y estamos juntos en Australia. Nuestra amistad siguió creciendo y luego, por extraño que parezca, la vida nos llevó a ambos a Calabasas, a solo dos millas de distancia, por lo que nos veíamos todo el tiempo. Lo vería en el banco, nos manteníamos en contacto por mensaje de texto, o simplemente me llamaba al azar para hablar sobre las canciones de The Police, de la nada: "¿Alguna vez notaste que Stewart [Copeland] hizo esto en The Bed's Too Big Without You?". Cosas tontas de bateristas que solo nosotros entenderíamos. Así que fue agridulce, pero un tributo increíble para él.
L’O: En el último año, has hablado públicamente sobre tu regreso a volar en aviones. [En 2008, Barker fue pasajero en un catastrófico accidente de avión privado que mató a ambos pilotos y a dos de sus compañeros de viaje, y casi requirió la amputación de su pie.] ¿Qué compartirías sobre eso, para alguien que lidia con los mismos sentimientos de ansiedad por volar?
TB: Me paralizó. Ni siquiera podía mirar un avión. Recuerdo cuando mi hija Alabama era pequeña, tal vez cinco o seis años después de mi accidente, tuvo una excursión a un centro de aviación. No iba a hacer que mi niña fuera sola, pero en el fondo estaba como, "Maldita sea, yo tampoco quiero ir". Pero es difícil para ella porque sabe lo que pasó y tampoco ha volado nunca. Y luego ni siquiera podíamos caminar en el avión; ella salió corriendo llorando, y yo estaba tan molesto.
Así que siempre lo decía: "Nunca volveré a volar. Nunca iré a Brasil, nunca iré a ningún lado a menos que la gente encuentre la manera de que yo llegue allí". Viajaría seis días a Nueva York en autobús y diez días de Nueva York a Londres en un crucero. Era un infierno, pero era todo lo que sabía. Estaba atascado en mis caminos y realmente tranquilo por no volver a volar. Me acababa de casar con la música, me gustaba estar en el estudio 20 horas al día y volver a casa solo para dormir. Pero luego, una de mis mejores amigas [Kourtney Kardashian], con quien hacía ejercicio todos los días, nos hicimos muy cercanos y encontramos el amor. Ella diría: "Quiero llevarte a tantos lugares", y fue casi doloroso escucharlo porque estaba muy restringido: me había puesto estas esposas a mí mismo. Incluso alguien que me dijera: "¿Podrías intentarlo?" me daba pesadillas durante días. Y luego dije: "Si alguna vez quieres intentarlo, no me lo digas, avísame con menos de 24 horas de anticipación y veremos qué sucede". Ella hizo eso, y funcionó. No creo que lo hubiera hecho si no estuviera enamorado y sintiéndome invencible. Y ahora ya he volado 20 veces.
L'O: ¿Qué estás persiguiendo que te emociona en el futuro?
TB: [Sonríe] El próximo año será una locura.
