Las criaturas de Beate Karlsson
Prendas de proporciones colosales y accesorios de apariencia gelatinosa. La propuesta de esta artista engloba con humor y experimentación una nueva forma de hacer moda que se asemeja bastante a la creación escultórica.
Las fantasías monstruosas quedan bien cuando se hacen realidad. O al menos así lo demuestra Beate Karlsson, la diseñadora de origen sueco radicada en Nueva York que está a la cabeza de AVAVAV, una marca guiada por la producción y diseño consciente. Con base en Florencia, todas sus piezas están hechas a partir de materiales de descarte y recortes locales que provienen de miles de metros de tela pensada para la producción de marcas de lujo, pero que finalmente terminan sin ser usadas... hasta que llegan a manos de la firma italiana.
Su primera colección es un despliegue de prendas básicas, cada una con un detalle sobresaliente que logra tener ese toque de diseño que las hace completamente diferentes y necesarias. Sin embargo, lo inusual se encuentra a la vuelta de la esquina y es lo que se ha robado la atención de miles de espectadores alrededor del mundo. Hablamos de sus zapatos de cuatro dedos, una versión en silicona de lo que podríamos considerar la extensión de nuestras piernas si es que pertenecieramos a otro universo. Bloody Feet, Very Slimy Feet y Finger Feet son las 3 versiones de estos tacones que se encuentran completamente agotados ya que su producción se realiza a pequeña escala (en el caso de Finger Feet, solo se encuentran disponibles a partir de Pre-Order). Además, en AVAVAV se caracteriza por bordar en cada una de sus prendas una frase que indica la cantidad de esas piezas que se produjeron: “We only made 3 of this”.
La artista que estudió en las escuelas Parsons School of Design y Central Saint Martins, ha sabido desarrollar un mundo surrealista que no ha dejado a nadie indiferente. En el panorama actual de la industria de la moda, Beate Karlsson busca, a partir de sus propias experiencias, resignificar objetos en una suerte de prenda-escultura. Ella misma ha comentado en algunas entrevistas su deseo por mantener una búsqueda hacia la vanguardia y nuevas perspectivas, creando sin duda un espacio abierto para la discusión en cuanto a lo que significa realmente nuestra indumentaria y el por qué o para qué la usamos.
El trabajo de la diseñadora no se limita solamente a la dirección creativa de AVAVAV, también tiene varios proyectos personales relacionados al vestuario en el que podemos apreciar su gusto por transformar y modificar los objetos a su alrededor: desde jeans de proporciones increíbles que llegan hasta el cuello, hasta una imitación del trasero de Kim Kardashian, pasando también por una serie de experimentos que incluyen anteojos, zapatos con púas, un traje llamado “Very Chicken Lady” y otra suerte de elementos que en ciertos casos parecen más una prótesis que una prenda.
Este imaginario destaca por no agotar y ser una fuente fértil de creatividad y experimentación, que inspira a pensar en los creativos del futuro y cómo en unos años más lo que conocemos en la industria podría dar nuevamente un giro, que en este 2021, nos podría parecer escandaloso pero que, sin embargo, las nuevas generaciones verán con determinación y sentido al igual que Karlsson.
