El espíritu rebelde de Dior para PFW
Rodeada por una instalación inmersiva titulada Not Her, la pasarela trascendió de un espectáculo tradicional, a una plataforma abierta con mensajes políticos.
Las mujeres siempre han sido las musas de la Casa Dior, un entendimiento que la directora creativa Maria Grazia Chiuri ha mantenido en cada colección. En febrero pasado, rindió homenaje a las musas francesas Catherine Dior, Édith Piaf y Juliette Gréco, y la temporada anterior, sus creaciones se inspiraron en Catalina de Medici. Para la colección Primavera/Verano 2024 de Dior, las mujeres volvieron a estar en el primer plano de la mente de Chiuri.
Con una rápida mirada al espacio de exhibición, no parecía la típica pasarela de Dior. Y, sin embargo, cuando la música comenzó y la primera modelo (con un vestido largo de encaje negro y una capa de volantes) dio su primer paso, quedó claro que el desfile era, exactamente, de la maison francesa. A lo largo de todo el espectáculo, aparecieron mensajes provocativos que desafiaban las narrativas estereotipadas sobre la feminidad.
Estos mensajes incluían: "No soy sólo madre, esposa e hija. Soy una mujer", "No pertenezco a nadie más. Siempre me llamo por teléfono a mí misma" y "Salva tu matrimonio. Plancha adecuadamente". ". Siguiendo la tradición de Chiuri de celebrar el arte y ofrecer plataformas a los artistas, colaboró con la artista Elena Bellantoni para la apasionante instalación titulada Not Her.
La colección capturó el verdadero espíritu de la mujer y su naturaleza multifacética, ya sea inherente o desarrollada a partir de una sociedad patriarcal. Esto se reflejó en las prendas por la variedad de siluetas, técnicas de diseño y materialidad utilizadas a lo largo de la presentación. Los trajes entallados y ceñidos, las faldas largas y plisadas y el uso de encaje característico de Dior imbuyeron el tradicional guiño a la feminidad.
Luego vino la yuxtaposición, el "espíritu rebelde" per se: chaquetas de motociclista combinadas con encaje, vestidos románticos (con un toque de Dior de la era de John Galliano), trajes de negocios combinados con atrevidas botas de motociclista, gabardinas oxidadas que parecían ser camisas quemadas y deconstruidas que revelaban un hombro desnudo: todas opciones de diseño que ponen la otra mejilla de lo convencional, de lo "que debería ser".
Como marca que nunca deja de atraer grandes estrellas, en primera fila se sentaron celebridades como Jenna Ortega, Robert Pattinson, Rosalía, Anya Taylor-Joy, Jisoo de Blackpink y Charlize Theron.
