Los Cabos: un oasis de belleza natural y elegancia relajada
Ubicado en la punta sur de la península de Baja California, es de los lugares elegidos por varios del jet set de Hollywood para pasar sus vacaciones de manera tranquila y relajada. Celebridades internacionales como Jennifer Aniston o locales como la familia Slim escogen este paraíso por sus inolvidables atardeceres y para disfrutar de su fresca comida local.
Las playas de Los Cabos son verdaderamente hermosas. Desde la famosa Playa del Amor, donde el Mar de Cortés se encuentra con el Océano Pacífico, hasta la tranquila Playa Santa María, cada rincón es un escenario pintoresco. El contraste de las doradas arenas con el azul profundo del mar crea postales perfectas.
Durante el verano se puede hacer buceo, kayak, pesca deportiva o un paseo en yate para ir a admirar El Arco –formación rocosa esculpida por el mar y símbolo característico de este destino del Golfo de California–, que recientemente fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Además, también se puede apreciar el cortejo, procreación y alumbramiento de la ballena gris, en Bahía Magdalena.
Para este verano, te recomiendamos los dos hoteles imperdibles para visitar si estás planeando una escapada de ensueño en San José del Cabo.
Zadún
Este hotel es parte de los siete exclusivos Ritz-Carlton Reserve del mundo. Es un alojamiento que sorprende desde la llegada por su arquitectura, belleza y atención personalizada. Al llegar, te esperan con la clásica mezcalita de agua de jamaica para comenzar la experiencia. Sus habitaciones son un escape total a la privacidad y el goce, cada una con su propia piscina climatizada y ducha en el exterior. Sus suites incluyen comedor, living room y baño de visitas.
En cada una de las 113 habitaciones, suites y villas del resort, se difumina la línea entre el interior y el exterior, ofreciendo vistas a las relucientes aguas del mar, piezas de arte, textiles y toques finales elaborados por artesanos mexicanos. Cada huésped tiene un Tosoani –velador de sueños– a su servicio, que es un concierge privado para cualquier necesidad del cliente. Dentro de la propiedad, puedes movilizarte a pie o en carrito de golf por sus principales sectores, los que te llevan desde tu habitación a los restaurantes, el sector de piscina, la playa o el club de golf de 27 hoyos.
Su restaurante El Barrio se encuentra al lado de la piscina y ofrece comida local de primera, con los clásicos taquitos de pescado frito, de camarones y al pastor. También, tienen un restaurante llamado El Huerto, donde se puede reservar una experiencia privada para comer viendo el mar en un sector acogedor entre naturaleza y brisa marina. Aquí el menú es variable según los gustos del cliente. El chef prepara todo a leña y la recomendación es reservar por la tarde, para ver el atardecer y luego disfrutar de la despejada vista a las estrellas. Además, todos los martes y sábados tienen un “fish market” donde puedes elegir dentro de la pesca tu captura preferida del día.
Una de sus actividades se realiza solamente durante la noche, ya que consiste en visualizar las estrellas y planetas a través de un telescopio. Una experiencia guiada muy divertida para ver las distintas constelaciones y detalles del universo, como los aros de Saturno y las lunas de Júpiter.
Su spa Alkemia es un traslado a la relajación, en donde no sólo ofrecen los clásicos tratamientos como masajes y limpiezas, sino que también es un lugar con piscinas a distintas temperaturas, todo rodeado de mucha vegetación.
El hotel en sí tiene todo preparado para que no salgas de allí y disfrutes de sus eternas vistas al mar, la comida local e internacional en sus tres diferentes restaurantes –Humo, El Barrio y X (Equis)– y tengas un viaje de introspección y goce en un ambiente de lujo inspirado en la naturaleza y la belleza local.
Solaz
Parte de Luxury Collection de Marriott, en este hotel se siente el lujo en cada rincón. No es una suntuosidad exagerada, sino que cada esquina está muy pensada, trayendo lo autóctono al lujo. La arquitectura de este hotel es increíble, mezclando lo moderno con detalles rurales que lo hacen acogedor y especial. El grupo arquitectónico a cargo fue Sordo Madaleno, los mismos encargados de Soho House en Ciudad de México.
Toda la propiedad es un deleite a la vista, con más de 400 obras de arte del reconocido artista mexicano César López-Negrete, que están inspiradas en los elementos naturales e históricos de Baja California y adornan todas las habitaciones y áreas comunes del hotel. Es también una invitación a reconectarse con la naturaleza a través de su inigualable paisajismo, que reúne más de 110 especies de flora endémica, funcionando como un jardín botánico representativo del desierto de Baja California.
Cada una de sus habitaciones tiene una piscina privada, lo que la hace ideal para pasar tardes completas disfrutando del sol. Y si tienes cualquier necesidad, el servicio de mayordomo 24/7 está listo para satisfacer y anticipar tus deseos.
Como parte de las experiencias que ofrece el hotel, podemos encontrar un paseo en yate donde, si tienes suerte, puedes ver a las ballenas grises. Aquí también te llevan hasta El Arco de Los Cabos, mencionado anteriormente, donde se pueden ver los maravillosos farallones estilo Capri desde el agua.
Una de sus joyas más anheladas es su museo. Sí, el hotel tiene un museo privado. Gabinete del Barco es una exhibición que presenta una colección de artefactos y piezas originales que resaltan la historia y las maravillas naturales de la Península de Baja California.
La gastronomía en este hotel es de sus puntos más característicos, contando con siete restaurantes y bares. Estos utilizan únicamente productos locales provenientes de granjas orgánicas y de la riqueza del Mar de Cortés, como el famoso pez totoaba, que únicamente se encuentra en esta región. Su brunch también es de los más famosos.
En Los Cabos se celebra el sorprendente contraste entre el océano de azul profundo y el árido desierto, la opulencia de su arquitectura y la naturaleza cruda, el arte y los bellos paisajes de Baja California. Es mucho más que un destino turístico de moda; es una experiencia sensorial que cautiva a los que tienen la suerte de visitarlo. Ya sea relajándose en la playa, explorando la vibrante vida marina o deleitándose con la deliciosa comida local, es un escape único que perdura en la memoria para siempre.