Château Voltaire: encanto renovado
Château Voltaire es mucho más que un encantador hotel parisino. Es un homenaje apasionado a la “ciudad luz” y a la vida misma. Un lugar donde la sofisticación y el placer de reunirse crean una experiencia inolvidable.
Ubicado en el corazón de París, el hotel Château Voltaire es mucho más que un lugar para quedarse. Es un proyecto profundamente personal que encarna la esencia misma de la ciudad de la luz. Thierry Gillier, el visionario detrás de esta empresa, deseaba devolver a París un poco de lo que la ciudad le había dado, creando un lugar que celebrara todo lo que hace mágica a la capital francesa.
Inspirado por sus viajes por el mundo y su insaciable curiosidad, Gillier soñó con un hotel donde personas de todas partes se mezclaran con una animada multitud de parisinos. Así nació Château Voltaire, un lugar donde la hospitalidad verdadera es el pilar fundamental; un espacio donde cada huésped se siente como en casa mientras es arrastrado por un torbellino de encuentros, descubrimientos y sorpresas.
Para convertir este sueño en realidad, Gillier confió en Franck Durand quien, junto con el dúo arquitectónico Festen, se encargaron de dar vida a esta visión única. Cada aspecto del hotel, desde el restaurante Émil hasta el bar La Coquille d'Or y las 32 habitaciones únicas distribuidas en cinco pisos, respira el espíritu de la comunidad y la devoción a París y a la vida misma.
El diseño fusiona tres edificaciones que datan de los siglos XVII y XVIII, un conjunto que es tanto un testimonio como una reinterpretación contemporánea de la historia del urbanismo parisino. Su fachada frontal, catalogada como monumento histórico, es evidencia de esta fusión entre lo antiguo y lo nuevo.
El enfoque sensible y sutil del dúo arquitectónico Festen, bajo la dirección artística de Durand, se inspira en la rica historia del lugar. Su estilo característico se integra armoniosamente con el pasado, respetando y realzando la belleza de la arquitectura original.
Château Voltaire eleva los estándares de lujo y hospitalidad francesa, ofreciendo a sus huéspedes la comodidad y el encanto de un lugar donde todo es fluido, fácil y evidente. Lejos de las convenciones abrumadoras y los trucos innecesarios, es un oasis de autenticidad y sinceridad en medio de la ciudad.
