Pop Culture

Zapatos de rubí a un valor de oro: Los icónicos de Oz baten récords en subasta

La semana pasada se subastaron los zapatos que usó Judy Garland en el film “El mago de Oz” por 28 millones de dólares. Un precio récord.

El 7 de diciembre, Heritage Auctions, especialista en memorabilia de Hollywood, vendió en una subasta en Dallas, los zapatos más célebres de la historia del cine: los que llevaba la jovencísima Judy Garland en la película “El mago de Oz”, de 1939. El precio alcanzado – 28 millones de dólares - superó ampliamente los 10 millones que se esperaban obtener. 

Si el nombre del vendedor, el coleccionista Michael Shaw, era conocido, el de la persona que decidió invertir esa suma impresionante (que incluyendo impuestos y tasas, alcanzó los 32,5 millones de dólares), es por ahora un misterio. La subasta, por cierto, fue una ocasión de gran emoción y de sorpresas. Las pujas de no menos de 100.000 dólares fueron llegando en persona y por teléfono y en algunas ocasiones  alcanzaron los 800.000 dólares.

© Reuters

La puja final de 28 millones de dólares fue la mayor suma obtenida en una subasta por una pieza de recuerdos del mundo del espectáculo, superando de lejos el anterior récord batido por el vestido celeste de Marilyn Monroe de la película de 1955 “La comezón del séptimo año”, que se vendió en 2011 por 5,52 millones de dólares. La subasta incluyó otras piezas de “El Mago de Oz”. Un sombrero de la Bruja Mala del Oeste que llevaba la actriz Margaret Hamilton se vendió por casi 3 millones de dólares. 

Curiosamente, el par de zapatos no es el único existente, ya que la producción del film disponía de cuatro pares.  Pero este par tiene una intrigante historia que ha contribuido a su fama. El propietario lo había prestado al Museo Judy Garland de Grand Rapids, Minnesota, ciudad natal de la actriz, donde fue robado el 27 de agosto de 2005. Tras una larga búsqueda, agentes del FBI lo recuperaron en julio de 2018. El ladrón, habría creído que los zapatos estaban hechos con rubíes reales, que planeaba vender, ignorando que se trataba de cristal coloreado.  

© MGM

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