La música "degenerada" de CA7RIEL y Paco Amoroso
Con un sonido transformador e impredecible (y su tercera fecha a este lado de la Cordillera en menos de un año), los fanáticos de esta dupla argentina parecen tener un consenso general: a estos artistas no hay que entenderlos, sólo quererlos.
La noche del 23 de abril de 2022, Ulises Guerriero y Catriel Guerreiro -más conocidos como Paco Amoroso y Ca7riel, respectivamente- fueron el último número en presentarse durante el accidentado Festival Ritual, llevado a cabo en el Estadio Santa Laura en Santiago de Chile.
La maratónica jornada, que prometía más de 20 shows en apenas un día, no había estado libre de polémicas. Ya temprano, artistas nacionales como Polimá Westcoast, Pablo Chill-E y Harry Nach acusaron desorganización en el evento y bajaron su participación cuando el público comenzaba a congregarse frente a los escenarios. Miranda!, Javiera Mena y Young Cister experimentaron dificultades técnicas durante sus presentaciones, y las canciones del aclamado Boy Pablo se vieron ennegrecidas por la mala infraestructura del lugar.
¿Qué podía esperarse, entonces, del debut de Paco Amoroso y Ca7riel en nuestro país? Sus seguidores chilenos, quienes nunca antes se habían visto las caras, se acumulaban frente al reducido escenario exterior. Expectantes. Sin duda, ante tan precarias condiciones, el resultado no podía ser tan emocionante y catártico como ameritaban sus temas nuevos, recién lanzados en pandemia, ¿o sí?
¿O sí?
Parar el mundo
Hasta antes del coronavirus, Ca7riel y Paco Amoroso contaban con un repertorio constituido principalmente por sencillos. Aunque cada uno siempre ha mantenido su propia identidad y autonomía, en la práctica funcionan como dupla: decenas de colaboraciones desde 2018, shows en vivo donde los dos se presentan al mismo tiempo y videos musicales protagonizados por ambos (y donde, incluso cuando el protagonista es uno, el otro nunca está demasiado lejos, como ocurre con Todo el día y McFly).
La pandemia, sin embargo, surtió su efecto en el proceso creativo de la pareja. Ambos emergieron del encierro con álbumes de larga duración como solistas; SAETA en el caso de Paco y EL DISKO en el caso de Ca7riel. “En pandemia hicimos cada uno la nuestra. Nos juntábamos a jugar la Play[Station], pero de música no hablábamos. Y un día salieron los discos y los escuchamos”, dice el primero riendo. “No hablábamos mucho de esas cosas. Casi que ni nos mostrábamos los temas”, añade el segundo, sentado a su lado en el sillón. “Jugábamos a la Play nada más. Pero nada, era nuestro momento”.
Y es que son los primeros en admitirlo: estaban un poco cansados. Tras una serie de shows explosivos por Latinoamérica, en 2019 sentían la necesidad de “despegarse un poco”. “Pensá que veníamos hace un año y pico en una muy loca, subiendo y subiendo y subiendo, y de repente nos vino la pandemia y… yo creo que a la mente nos hizo bien”, explica Ca7riel.
La exigencia de nuevos lanzamientos y singles era exhaustiva. La pausa pandémica les dio a cada uno el espacio para “cocinar un disquito”, algo que Paco Amoroso no había podido hacer nunca. “Ahora que desbloquee eso, la verdad es que es mucho más lindo”, señala. “A veces el marcador pide otra cosa, pero artísticamente se siente mejor. Si tenés el tiempo y lo que estás haciendo tiene una coherencia, está bueno. A veces se puede, a veces no se puede”.
“¿Parar un poco el mundo? Nunca se puede parar el mundo. Fue una de las pocas veces en que se paró el mundo”, exclama Ca7riel. “Así que estuvo bueno”. Paco, como suelen hacer los viejos amigos, le da la razón mientras asiente con la cabeza.
Música degenerada
Aunque difícil de creer, los inicios del dúo argentino se dieron en el rock, con la formación de la banda ASTOR. Sin embargo, la irrupción del trap en la escena musical terminó por conquistarlos: dejaron los instrumentos de lado para componer beats y versos de rap frente al computador.
Pero la exploración de sonidos y estilos que emana de sus canciones hacen que sea imposible clasificarlos en una u otra categoría. SAETA, por ejemplo, tiene un sonido electrónico y pop, con colaboraciones que incluyen a Adrián Dárgelos (líder del grupo Babasónicos), Lara91k y Tío La Bomba. EL DISKO, por su parte, inicia con un sample de Strawberry Fields Forever de The Beatles, antes de deformarse en un duro y pegajoso ruido sobre el cual Ca7riel proclama estar “muy bien”.
¿Cómo se lo describes a alguien que jamás los ha escuchado? “Música degenerada”, sentencia Ca7riel. “Música sin género. Es toda una confusión”. “Ahora nos sentimos más cómodos con un sonido más de la rave”, dice Paco. “Pero eso es ahora. Me preguntás hace un año y… no sé, era otra. Somos bastante curiosos, nos aburrimos rápido”.
“Somos nenes y nos aburrimos rápido”, dice Ca7riel. “Nos aburrimos hasta de nuestras canciones viejas que hacemos, así que siempre estamos investigando cosas y tratamos de hacer algo que no se parezca a lo anterior. Yo me estoy haciendo una banda de metal, Paquito tiene unos temas de amor, tiene temas de la rave, tiene temas del infierno y tiene temas del cielo. No sabemos mucho del futuro".
En Chile por tercera vez
Su energía sobre los escenarios es incendiara; consiste en una parte fundamental de su identidad artística. Y la industria, al parecer, está tomando nota. Su primera presentación en Chile, en el marco del festival Ritual, los consolidó a ambos como piezas infaltables del panorama musical nacional: su triunfo de aquella noche no consistió simplemente en sobreponerse a los obstáculos técnicos y hacer lo más con lo menos, sino que lograron transformar en fans acérrimos a quienes, hasta ese momento, no eran más que meros “oyentes”.
Ese mismo año, volvieron al país en septiembre, ésta vez por sí solos, para una fecha única en el Teatro Coliseo. La ocasión era especial, ya que marcaba el regreso al continente tras una gira por Europa. “Fuimos a festivales donde no nos conocía nadie y la energía es otra. Cruzas el charco y la gente no te conoce, tenés que comportarte distinto. Ganarte al público así está buenísimo”, relata Ca7riel sobre la experiencia. Pero, por supuesto, no hay nada como el hogar: “Latinoamérica siempre es más caliente. Es una realidad. Tocas en Latinoamérica y el público tiene otra euforia”, dice Paco Amoroso.
En enero de 2023, la dupla argentina vuelve a cruzar la Cordillera para presentarse en Chile por tercera vez en menos de un año, esta vez en el marco del festival Frontera. Con promesas de música inédita y una audiencia que cada vez suma más adeptos, sólo queda imaginar qué clase de as tienen Paco Amoroso y Ca7riel escondido bajo la manga esta vez. Lo único seguro es que no será nada predecible. En las propias palabras de este último, “vivimos el presente, mi amor. Y hacemos lo que nos pinten los dedos”.