Paz Macera, innovación sin pausa
¿Cuál es la clave para mantenerse ocho décadas en el mercado local textil? Para la empresa Monarch ha sido el espíritu creativo, sintonía con las tendencias y respuestas rápidas a la demanda de sus clientes. Esa vitalidad es el reflejo de la forma de trabajar de Paz Macera, su gerenta de Productos y Diseño.
Desde 2010 el letrero publicitario de Monarch ubicado en la azotea del edificio de calle Rancagua, en Providencia, es Monumento Histórico. Ese cartel luminoso compuesto por luces de neón de colores que dibujan la silueta de 16 piernas nunca ha parado de funcionar desde 1953 y hoy es un hito urbano fijado en el recuerdo de varias generaciones. Igual que los productos de esta empresa chilena fundada en 1937 y que con más de ocho décadas funcionando bien podría ser tradicional y difícil de mover, pero es lo contrario. “Siempre estamos en continuo crecimiento, innovar y crear es parte de nuestra esencia”, dice Paz Macera, diseñadora textil y gerenta de Productos y Diseño de Monarch. Lleva 24 años en la empresa y le tocó presenciar y participar en un intenso crecimiento de la marca. Sus colaboradores la ven como una líder cercana y exigente, de estándares altos, “siempre se asegura de que lo que hagas esté bien hecho, pero también de que tengas las herramientas para lograrlo”, dicen. Para Paz el trabajo en equipo es fundamental y se percibe cada vez que habla de las personas que componen su área. “Tenemos un fuerte mundo creativo interno, un verdadero laboratorio para ideas dentro del mundo textil y el gráfico, porque también tenemos la suerte de tener una cadena propia de 70 locales de Iquique a Puerto Montt, donde podemos probar ideas, tendencias, incluso formas de exhibir productos”, cuenta.
Paz también está a cargo de la producción y línea de diseño de todos los productos y sus packaging. En su oficina están a la vista las imágenes que resumen su crecimiento profesional: en la fábrica, con operarios que llevan 30 años y más trabajando en la compañía; en Nueva York, buscando inspiración. También está la foto de un envase en el que aparece ella con su hijo mayor en los brazos cuando tenía pocos meses. “Hace 20 años necesitábamos hacer una gráfica de una mamá, así es que me puse para la foto”, cuenta riendo. Su energía y compromiso son así. Hoy su foco está en mantener la marca en la mente de las personas por su calidad, comodidad, pero sobre todo porque les permite sentirse bien, usando prendas que abrigan, contienen, pero además van al día con las tendencias y la tecnología.
L’OFFICIEL: ¿Cómo se produce tu exploración de tendencias en el extranjero y el traspaso a tu equipo de diseño?
PAZ MACERA: Viajar a las capitales de la moda es finalmente lo que nos alimenta, pero no son las ferias ni las reuniones, sino ver lo que está pasando en la calle, en las tiendas, lo que usa la gente; o ir a librerías, tiendas de decoración, cafés. Sería tan pequeño nuestro mundo si lo viéramos solamente en términos de un tipo de producto, siempre vamos mucho más allá. Las tendencias las arroja el mundo y yo trato de absorber lo máximo posible para, al regreso, transmitirlo a mi equipo. Les organizo una reunión larga, lo más completa y detallada posible. Vemos fotos, revistas, muestras de telas y texturas, todo lo necesario en la mesa para que toquen, vean y sientan lo que yo pude capturar, porque tengo la suerte de que me toca viajar, pero siempre la idea es traspasar toda esa información a mi equipo para adaptarlo al público local. Después de eso viene el trabajo más duro: analizar las ventas de la temporada pasada y decidir cómo incorporar lo nuevo.
¿Cuál es el lugar que más te llena de ideas?
PM: Históricamente viajamos a Nueva York dos veces al año, una ciudad cosmopolita donde siempre hay cosas nuevas. Pero el año pasado volví de París fascinada y con la inspiración total de la colección que íbamos a hacer. Con Italia también tenemos mucha cercanía y cariño porque de allá proviene la familia de los dueños. Seguimos trabajando con Italia de distintas formas y es inevitable que su cultura sea una fuente de inspiración.
¿Cómo logras la sintonía entre las tendencias y las necesidades locales?
PM: El alto consumo de redes sociales hace que hoy las personas tengan más conocimiento de lo que está pasando en la moda de cualquier lugar del mundo. Están interesadas, averiguan, entienden, y nosotros lo sabemos, por eso siempre estamos atentos a lo que necesitan. Nuestra red de puntos de venta permite tener comunicación directa, me llega información muy específica, y al ser fabricantes podemos reaccionar rápido y solucionar la demanda por un producto en un par de semanas.
¿Les ha resultado un desafío este nuevo escenario de un Chile multicultural?
PM: Totalmente, cambia desde los productos hasta los tallajes, y nos hemos adaptado a otros tipos de cuerpo y a diversas tonalidades de piel. La fabricación de nuestros productos está siempre en evolución.
Fabricar en Chile es desafiante, hay muchas trabas que lo hacen difícil.
PM: No es fácil, implica incluso importar los insumos porque lamentablemente en Chile no se producen. Pero es algo que nos enorgullece, mover la economía, apostar por el diseño local. Porque los más de 80 años de trayectoria de Monarch se traducen en confianza y mucho cariño de la gente, pero al mismo tiempo está el permanente desafío de mirar al futuro. Siempre es nuestra prioridad innovar y crear.