El retorno del Indie Sleaze
¿Vuelve la era de la fotografía con flash, los jeans skinny y la ironía? El indie sleaze reinventado.
El ciclo de las tendencias no se detiene; la GenZ va agotando la estética Y2K y da la entrada a su sucesor: el indie sleaze. Para muchos, el final de los 2000 no parece tan lejano como para generar nostalgia, pero tiktokers e instagramers a la par insisten en que el período definido por Amercan Apparel y Cobrasnake ya tiene programada una rentrée prematura. ¿Podrán diseñadores y creadores de tendencia transformarla para que cumpla con las expectativas sociales y políticas de la década de 2020?
Aun sin aplicarle el término indie sleaze, se pueden reconocer aspectos de ese momento de la moda dominado por la plataforma de microblogueo Tumblr. El estilo, a veces llamado hipster se consideró una reacción a la recesión de fines de los 2000 y combinaba “hallazgos” de las tiendas de segunda mano, delineador corrido y jeans skinny imposibles de calzar. Pero además de los disco pants y la fotografía con flash, era también el reflejo de un Zeitgeist colmado de apropiación cultural, acoso sexual y una glamorización insalubre de la delgadez extrema.
Con el inicio de 2023, el clima cultural está intentando activamente –con cierta medida de éxito– eliminar del diálogo de la moda estos valores problemáticos. Si diseñadores y consumidores pueden establecer una distinción clara entre el origen de muchas de estas tendencias y las ideas en las que se apoyan, la versión del indie sleaze de esta década puede tener un significado más profundo que su predecesor. En esta oportunidad, tal vez las colecciones que presentaron fedoras, neón, metales, bufandas finas y bolsos boho (como las de Celine, Gucci y JW Anderson) lleven las de ganar.