Mujer

Cinco minutos con Carmen Tal

No hay forma de hacer que Carmen Tal, co-fundadora de Moroccanoil, sienta que ya hizo lo suficiente. Después de convertir la marca en una compañía líder en el cuidado del pelo y con presencia en más de 70 países, ella está convencida de que siempre se puede dar un paso más.

person woman adult female smile face head dress clothing formal wear

Podría haberse conformado con la creación de un producto, el primero, y el éxito habría sido rotundo, en todo aspecto. Pero eso no refleja la forma de ser (ni de trabajar) de Carmen Tal, co-fundadora de Moroccanoil. Desde ese día en que le dejaron el pelo terriblemente seco (“quemado y naranjo”, dice ella) en una peluquería de Canadá, hace casi 20 años, y una mano generosa en otro salón, al otro lado del mundo, le recomendó un masaje con aceite de argán, nunca se detuvo. Ese podría ser el comienzo de esta leyenda en la que una chilena tuvo la visión suficiente para saber con total certeza que podía entregarle al mundo un producto revolucionario para cuidar el pelo. Uno que le sirviera a cualquier persona, en toda época del año y en toda estación. Podríamos empezar desde ahí pero, en realidad, todo comenzó mucho antes. Carmen Tal desde siempre se levanta y se acuesta inventando, uniendo partes, pensando en la forma de mejorar lo bueno. Pero para contar esta historia, tenemos que centrarnos en ese feliz encuentro entre su pelo dañado y unas gotas de ese aceite marroquí que descubrió en Israel.

“Cuando ya tenía el producto, se empezó a vender rápido y el boca en boca funcionó muy rápidamente. Un día estaba en la tienda Bloomingdale's de Nueva York, en la sección de cosmética y una vendedora me alabó el brillo del pelo. Quiso saber qué usaba y cuando le conté, me pidió que por favor le dijera dónde había comprado este aceite porque las clientas los tenían locos en la tienda pidiéndolo todos los días. Querían venderlo y bueno ¡se encontraron con la persona correcta!” (ríe).

La expansión desde 2008 fue vertiginosa. La venta se disparó y Carmen nunca más paró de enriquecer la oferta. Hoy, como cabeza de una compañía cosmética de presencia mundial, de vez en cuando viene a Chile a contar novedades que no siempre tienen que ver con los productos Moroccanoil. Tanto o más importante para ella fue comunicar que está apoyando a dos organizaciones vinculadas al cuidado del planeta desde distintas veredas, con el propósito de crear un mundo más saludable y sostenible para los animales y las personas. Una es The Global Alliance for Animal and People (The Gaap) y la otra, Humane Society International (HSI).

Tengo un enorme compromiso con el bienestar animal y cuando lanzamos Moroccanoil, sabía que mi amor por los animales se iba a ver reflejado naturalmente. Con todo nuestro éxito, es fundamental utilizar la influencia que tenemos para amplificar la labor de las organizaciones que comparten nuestra misión”, dijo Carmen Tal en el evento realizado en Chile. La marca además cuenta desde este año con la certificación PETA, bajo el programa Beauty Without Bunnies. Esto quiere decir que las empresas y sus proveedores están comprometidos con no realizar, encargar, permitir o pagar pruebas en animales en ninguna fase del desarrollo, ya sea en sus ingredientes como en el producto final.

L’OFFICIEL: ¿Por qué te motiva ir en ayuda de estas fundaciones?

CARMEN TAL: Creo que no es solo ayudar, es más bien una manera diferente de abordar los negocios y la relación con planeta. Y esto viene desde hace unos 10 años, cuando tomé conciencia del desastre de la contaminación debido al plástico diseminado en todo el mundo y decidí poner un freno al uso de este material en la compañía. Creo que como empresa teníamos una responsabilidad y si nos había ido bien, teníamos que devolver la mano a la sociedad. Y eso fue mucho después de instalar paneles solares en nuestra fábrica de Israel, o de incorporar a personas con discapacidad en diferentes puestos de trabajo. Pero el plástico fue un punto de inflexión mayor. Hoy gran parte de nuestros productos vienen en plástico reciclado postconsumo o en vidrio reciclado y estamos tratando de avanzar lo máximo posible en esa línea, buscando nuevas formas de empaquetar e intensificando el uso de material reutilizable.

L'O: ¿El 2020 te hizo avanzar más en ese sentido?

CT: La pandemia fue como un terremoto para todos, pero después del shock inicial teníamos que estar enfocados y motivados en pensar soluciones. En nuestro caso, como las tiendas cerraron, todo lo que podíamos promover era online, y empezamos a ver que las ventas subían porque, ya que no podían ir a la peluquería, la gente empezó a hacerse más tratamientos en casa. Y si bien no podías salir, pronto hubo que conectarse y estar presentable para las reuniones online. Tuvimos que hablarles a nuestras clientas de otro modo, con otro foco. En nuestro periodo más duro, la marca expandió su cantidad de productos que ya no solamente son para el pelo, sino que ahora también para la piel y el cuerpo. Al final los seres humanos tenemos muchos recursos y hemos sobrevivido a millones de crisis y tragedias. Al cabo de dos años no solamente veo buenos números, sino que muchos nos pudimos dar cuenta de que las personas pueden cumplir sus metas estando en casa o en la oficina y eso ayuda a tener otra perspectiva de cómo puedes mejorar la calidad de vida de quienes trabajan contigo. No es necesario estar de 9 a 5.

L'O: ¿Pero consideras necesario encontrarse para trabajar en equipo?

CT: Absolutamente, la interacción humana es vital, sobre todo para estimular el ejercicio creativo. Al final te das cuenta de que, como todo en la vida, en esto no hay blanco y negro.

Entradas recomendadas