Belén Muñoz, explorar las formas
Para Belén Muñoz de AMEN el cuero ha sido su mejor aliado y con él crea formas llenas de sensualidad, poder y seducción.
Desde que era pequeña, Belén Muñoz se rodeó de una influencia familiar que le permitía inspirarse en el arte, diseño y moda. Cada una de estas aristas le permitió desarrollar años después su marca Amen, la que se mantiene como fuente de poder para las mujeres que llevan sus vestidos, abrigos y prendas. Bajo la emoción, invoca cada una de sus colecciones que le permiten rendir homenaje a figuras esenciales de su vida como su abuela Teté, así como a grandes nombres del diseño como Yves Saint Laurent, los años 70 y más.
L’OFFICIEL: Comenzaste la marca al recordar el camino de lo que más te gustaba hacer. ¿Cómo fue esa conexión con la moda mientras crecías?
BELÉN MUÑOZ: Siempre sentí una atracción especial por la capacidad de expresión de los artistas. Me fascina ver cómo las emociones y sentimientos de una persona pueden plasmarse en formas, pinceladas, obras de arte o piezas de diseño. También me cautiva la idea de cómo, ante un mismo estímulo, dos personas pueden interpretarlo de maneras distintas, influenciadas por su historia, experiencias y sensaciones. Recuerdo que a los cuatro años podía pasar horas pintando y después comprendí que no era solo un pasatiempo, sino una gran pasión. Esta conexión con la pintura ha perdurado hasta hoy, las prendas de Amen siempre comienzan con un bosquejo que luego cobra vida, transformándose en algo tangible gracias a la materialidad. También desde muy pequeña empecé a acompañar a mi mamá a tiendas de telas y a las costureras que le confeccionaban su ropa, así aprendí a apreciar los distintos tipos de tela, su caída, acabados y pliegues. Mi abuela materna, la Teté, también fue una gran influencia para mí. Yo todavía era chica cuando falleció, pero me dejaron huellas sus looks vanguardistas y modernos, con piezas de alta costura de diseñadores como Dior, CHANEL, Gucci e Yves Saint Laurent. Con el tiempo sentí la necesidad de crear mi propia ropa y se volvió un proceso natural para mí.
Hacia fines de los años 70, la silueta femenina en cuero y las pasarelas de Claude Montana y Thierry Mugler convirtieron esa imagen en poder. Cuando comenzaste con Amen, ¿fue ese hito parte del imaginario de mujer empoderada que tienes en la marca?
BM: Los años 70 han sido una fuente de inspiración para Amen y mis colecciones reflejan ese espíritu con un diseño moderno y atemporal. Cada prenda de Amen es una expresión artística con una finalidad estética, pero también comunicativa, dirigida a la mujer. Aspiramos a vestir a una mujer empoderada, libre y sensual.
Leí por ahí que para ti la moda nace del amor. ¿Cómo ha sido cultivarlo con Amen durante estos años?
BM: Así como el amor en su inicio es puro y poderoso, así me siento cuando tengo la oportunidad de transmitir mis sentimientos a través de lo que me apasiona crear. Para un destacado artista puede ser un cuadro; para un músico entregado, una nueva composición, y para una diseñadora como yo, una prenda de vestir. Eso es lo que quiero expresar cuando digo que la moda, especialmente la que yo creo, nace del amor. Es la génesis de mi proceso creativo, algo que ha perdurado y madurado con el paso de los años. Del mismo modo que una relación apasionada y fluida necesita un comienzo fuerte, también requiere tiempo, paciencia y dedicación para seguir creciendo y fortaleciéndose. Es evidente que sin amor los proyectos, el trabajo, los emprendimientos, o cualquier cosa que hagamos, no prosperan de la misma manera.
Varias marcas internacionales expanden sus conceptos creando incluso líneas de decoración. En el caso de Amen Room, en Hotel Bidasoa, ¿qué buscaste plasmar con esa propuesta?
BM: En este proyecto inédito de interiorismo para el Hotel Bidasoa quise capturar la esencia sofisticada y poderosa de Amen. El estudio Grisanti & Cussen, liderado por Hugo Grisanti y Kana Cussen, logró plasmar a la perfección mi visión, que combina lo clásico con lo vanguardista. El diseño no solo se integra con el espacio, sino que actúa como un faro de estilo, una forma de vida y una fuente de inspiración. Desde el inicio mi objetivo fue crear un ambiente que transportara a las personas a otro lugar, pero que también les brindara paz y serenidad. La "Amen Room" refleja un estilo parisino, evocando la ciudad por excelencia de la moda y el amor. Este proyecto fue un desafío emocionante, y el resultado superó todas las expectativas: un espacio realmente maravilloso.
La sensualidad es un factor muy presente en las propuestas de Amen. ¿Cómo ha sido tu relación con ello?
BM: Todas las marcas auténticas reflejan el espíritu y las características de personalidad de sus creadores, son una extensión de la idea original que les dio vida. La sensualidad es una de las características inherentes a mi personalidad. Es mi forma de sentir, de ser y el modo en que elijo expresarme. A veces no encuentro la audacia para exteriorizar lo que siento de manera directa, pero mis diseños lo hacen por mí. Sin embargo, la sensualidad no es la única fuerza que define mi marca. La elegancia, la innovación, la sustentabilidad y la comodidad son también pilares fundamentales, y me esfuerzo por mantener un equilibrio entre todas ellas para ofrecer a mis clientes productos completos y excepcionales.
¿Cómo es el proceso de armar una colección para ti?
BM: Todo comienza con un bosquejo, seguido de una muestra y una evaluación. Siempre he utilizado el mismo método desde que tenía 7 años, cuando ya sabía qué telas usar y qué diseños dibujar. Sin embargo, más allá de estos pasos técnicos, lo que realmente define el resultado de cada colección es la comprensión de que cada una es un torrente creativo que requiere una inspiración particular, con un pasado y un futuro. Cada colección es una pieza más de una historia, un capítulo en constante evolución, como una etapa en la vida.
¿Cuáles son los próximos pasos de la marca?
BM: Me gusta reflexionar sobre el pasado más que anticipar el futuro. Hay muchas cosas de las que sentirme orgullosa: ha sido un proceso orgánico, constante, lleno de señales místicas y coincidencias asombrosas. Así es como visualizo el futuro y como espero seguir avanzando. Me gustaría continuar trabajando con procesos delicados y detallados, impregnados de pasión, cariño y, sobre todo, arte en cada creación. Esta es la misma filosofía que aplicaremos en los procesos para todos las nuevas prendas que incorporemos en nuestras próximas colecciones, que ya son parte de los procesos de producción, y que abarcan desde básicos hasta accesorios y joyería. Actualmente estamos en plena fase de internacionalización de Amen, lo que nos permitirá simplificar la experiencia de compra en todo el mundo. Además, estamos en tiendas en Santiago y Miami, tener presencia física en otras ciudades es solo cosa de tiempo, debería ir sucediendo así como todo lo que ha pasado hasta hoy, de manera natural.
Retratos: Max Jorquera
MUA: María Paz Urra
