¿Una cámara profesional en tu bolsillo?
Sólo Apple es capaz de convertirte en fotógrafo de un día para otro. Con el iPhone 15 Pro Max y el MacBook Pro M3, las herramientas imprescindibles de un estudio profesional están al alcance de tu mano. En una clase exclusiva junto al artista Matías Rojas, pusimos a prueba las posibilidades.
Un variopinto grupo de entusiastas del arte, la tecnología y los tatuajes se reunieron hace unos días en el taller del destacado fotógrafo chileno Matías Rojas con una misión particular: descubrir y poner a prueba las herramientas que el iPhone 15 Pro Max y el MacBook Pro M3 ofrecen a quienes deseen iniciarse en la fotografía.
Rojas es reconocido por su habilidad para plasmar historias personales en el lienzo humano y, para esta sesión, eligió los tatuajes –una de sus grandes pasiones, símbolos de identidad y experiencia– como foco. La instancia fue una oportunidad única para hacernos parte del proceso creativo de un artista dedicado a capturar historias de manera visual.
Con un estilo urbano y de gran influencia en el streetstyle, el fotógrafo resultó ser la persona indicada para atestiguar las posibilidades que ofrece tener un equipo Apple al alcance de tu mano. Lo más novedoso del taller fue la integración de dispositivos de esta marca de tecnología, especialmente el iPhone 15 Pro Max y el MacBook Pro M3, en la creación. Rojas demostró cómo estas herramientas no solo son ideales para capturar imágenes de alta calidad –en formato RAW, ni más ni menos–, sino que también permiten una edición fluida y profesional con aplicaciones como Capture One, que permiten un acceso casi instantáneo a las imágenes capturadas. Como pudieron comprobar los asistentes, la combinación de estos dispositivos crea un ecosistema de trabajo perfecto para artistas visuales, desde profesionales hasta aficionados, permitiéndoles llevar su creatividad a nuevos niveles.
El taller no solo fue una oportunidad para aprender de un experto en el arte del retrato y la fotografía, sino también para sumergirse en la comunidad creativa y encontrar inspiración en las historias e intereses que compartieron los demás participantes. Todos tuvieron la oportunidad de probar los equipos con libertad y tomar sus propias fotos a los modelos, transformándose en directores creativos de un estudio de fotografía personal por una tarde.
