50 años de visión
Existen mil y una formas de conmemorar la influencia de Elsa Peretti. Su artesanía magistral y conexión con Tiffany & Co. revolucionaron el mundo del diseño de joyas, e hizo de ellas verdaderas piezas de arte.
Como dijo alguna vez la mismísima Elsa Peretti, “la joyería no es moda. Tiene que durar y no ser desechada tan pronto como aparezca algo nuevo”. Cinco décadas después, el legado que dejó la diseñadora, artesana y filántropa italiana sigue vivo gracias a sus distintas obras, que marcaron un antes y un después tanto en la historia Tiffany & Co. como en el gran universo que es la joyería.
Su llegada a la casa, en 1974, marcó el inicio de una era de grandes creaciones que la consolidaron como el ícono que es hoy: arrancó con The Bottle, que nació gracias a su fascinación por ver a las mujeres de Portofino llevar una sola gardenia en sus manos preocupadas de que no marchitara; siguió con uno de sus diseños más famosos: Open Heart, que creó a partir de una escultura del inglés Henry Moore, y continuó con su línea Mesh, que gracias a un viaje a Jaipur, India, descubrió cómo el tejido de metales se puede transformar en una malla que simula a la perfección una tela fluida.
La capacidad de Peretti para transformar símbolos en formas orgánicas y atemporales —y su papel pionero al crear joyas innovadoras que empoderaron a las mujeres para adquirir sus joyas en una época en la que no era común— no solo se debe a sus viajes por Barcelona, donde estudió la arquitectura de Antoni Gaudí; a su amistad y rol como musa de Salvador Dalí, o a su fascinación por la artesanía y la escultura en metal. Su profunda conexión con la naturaleza —que cultivó desde su infancia— junto con su sensibilidad artística y su habilidad para explorar diversos mundos creativos revolucionaron la industria de la joyería, dejando piezas que, a pesar de los años, no pasan de moda: el brazalete Bone Cuff, las múltiples versiones de Bean, Snake y Scorpion, entre muchas otras.
Para conmemorar el 50 aniversario de la llegada de Elsa Peretti a Tiffany & Co. no se puede pasar por alto este significativo encuentro de mentes, que demostró cómo una simple alianza creativa puede marcar generaciones y perdurar en el tiempo. Bajo esa premisa, Valentina Hites fue retratada por Fabrizzio Grisolia, donde lució dos de sus piezas favoritas: el collar Snake y el brazalete Bone Cuff. Rindió tributo a la poderosa imagen de Peretti y conversó junto a L’Officiel Chile sobre su visión estética y su maestría artesanal.
L’OFFICIEL: Llevas ya un tiempo formando parte de la familia Tiffany & Co., ¿qué significan para ti estos diseños con 50 años de historia?
VALENTINA HITES: Siempre he admirado a Elsa Peretti por la mujer que fue. Ella comenzó como modelo, y después se transformó en una empresaria sumamente poderosa; un ícono femenino que realmente admiro. El antes y el después que ella marcó hizo que Tiffany se convirtiera en referente de modernidad. Trajo formas orgánicas y le entregó ese twist, que lo transformó en algo sumamente contemporáneo y atemporal.
¿Qué características de estos diseños resonaron contigo de forma especial?
VH: Trabajo con marcas que de verdad me gustan y siento que lo he demostrado; no transo con eso (ríe), me gusta que todo sea orgánico y real. Si no trabajara con Tiffany usaría Elsa Peretti igual; me encanta y es la línea de la marca que más me representa, por tener diseños simples, pero que al mismo tiempo son atrevidos. Son el punto focal o el punto de iluminación de cualquier outfit.
Los icónicos Bone Cuff, Diamonds, Open Heart y Split, por nombrar algunos, son considerados tesoros eternos. ¿Cómo crees que estas piezas pueden seguir siendo relevantes hasta la actualidad?
VH: Además de su atemporalidad, son transversales: las puede usar una señora mayor, al igual que una adolescente, y no se verán ridículas. Son joyas que las pueden usar personas de todas las edades, que entregan un look fresco y vanguardista a la vez.
Al igual que tú, Elsa Peretti se mostró como una mujer poderosa, sexi y segura; ha sido una influencia muy grande dentro de tu carrera como modelo. ¿Qué es lo que más te cautivó de ella?
VH: Me encanta su totalidad y todo lo que representó en términos del empoderamiento femenino. Era musa de Helmut Newton, que retrataba a la mujer desde un símbolo dominante, fuerte, que no se compromete con nada y que sigue sus propias ideas. Fue un ícono de los 70. Para mí alguien que sobresale y se transforma en una musa, lo logra por ser ella, porque tiene claro su estilo, y posee un ADN único.
¿Tienes una historia especial junto a estas joyas que te gustaría compartir?
VH: ¡Esta editorial! Una de mis joyas favoritas es el collar Snake, y cuando me ofrecieron hacer estas fotos les propuse a las PR de Tiffany traer una verdadera serpiente al set. Quisimos incluir este animal para honrar a Elsa, y darle una vuelta distinta y aun más atrevida.