Nicolás Jarry: Redefinido
No solo es el tenista número uno a nivel nacional y el 50º en el ranking ATP. Es un competidor capaz de reinventarse, que ansía probar cosas nuevas y aprender de ellas, pero sobre todo jugar de manera impecable en su nuevo rol de padre y esposo.
Con cuatro horas de diferencia -al otro lado del mundo, en Marrakech, Marruecos-, Nicolás Jarry (27) se conecta desde su celular para iniciar una conversación distinta a las que habitualmente acostumbra. Se nota cansado, estuvo semanas entrenando para el Open Chile 2023, donde salió campeón, y venía aterrizando para iniciar el ATP 250 de la ciudad. No obstante, se hace el tiempo dentro de su ajetreada vida para conversar acerca de su carrera, sus aspiraciones a futuro y sus sueños más allá del tenis y el deporte.
Confiesa que no recuerda en qué minuto exacto comenzó a apasionarse por el juego. Su vida entera se traduce en entrenamientos, torneos y campeonatos: es lo que le fascina, lo que día a día hace que se levante de la cama y desafiarse, y lo que ha hecho que tenga una vida en constante movimiento. Sin embargo, con el paso del tiempo descubrió otros amores que le cambiaron su panorama. En 2018 conoció a su esposa, Laura, quien lo acompaña en cada desafío de su carrera, y en 2020 llegó su primer hijo, Juanito, que lo empujó a cuestionarse cómo será su futuro profesional de aquí en adelante. “Viajar y ser nómade siempre ha estado instaurado en mi vida. Antes lo hacía solo, ahora tengo la suerte de hacerlo muy bien acompañado”, afirma a la distancia.
Después de ganar el Open Chile 2023 y estar dentro del Top 50 del mundo (al momento del cierre de esta edición), Nicolás, junto a su familia, sigue viajando por el mundo para sobresalir en futuras competencias. Se toma una pausa dentro de su agitada vida para probar cosas nuevas y repasa junto con L’Officiel su trayectoria y sus sueños sobre el futuro.
L’OFFICIEL: Vienes de una familia deportista, donde se te inculcó el gusto y el amor por el tenis desde muy chico. ¿Siempre supiste que ese sería tu deporte?
NICOLÁS JARRY: No, no siempre supe que el tenis era para mí. Desde chico he estado rodeado del deporte: mi abuelo era tenista [Jaime Fillol, quien llegó al número 14 del ranking ATP en 1974] y mi papá voleibolista, por lo que siempre tuve muy arriba esos valores. Sin embargo, al comienzo practiqué distintas cosas: gimnasia, rugby, golf, fútbol, entre otras. El tenis era tan fuerte en mi familia que era inevitable que terminara dedicándome a eso [ríe]. Ya lo tenía inculcado en mi subconsciente.
L’O: ¿Sientes que tu talento por el tenis fue algo que te heredó tu abuelo?
NJ: Creo que más que el talento, mi abuelo me heredó el gusto. El ser bueno o no para el tenis depende de cada uno, de Dios, y de qué tanto quiere uno hacer las cosas. Desde que pude agarrar una raqueta me puse a jugar tenis. No tengo memoria de cuándo comencé o cuándo fui bueno, porque en cierto sentido siempre fue parte de mí.
L’O: Ahora vienes saliendo de un duro y largo receso, ¿crees que es el renacimiento de Nicolás Jarry como deportista?
NJ: Yo veo ese período como una dura enseñanza. Etapas de la vida donde cada uno tiene sus propios desafíos y dificultades, que tienes que ir atravesando. Desde el primer minuto aproveché al máximo todo lo que esa dificultad o problema me trajo y me enseñó.
L’O: ¿Qué esperas para esta nueva etapa?
NJ: Quiero seguir creciendo, disfrutando y aprendiendo cosas nuevas fuera del tenis. Para mí es fundamental seguir madurando y creciendo mental y espiritualmente; tener un mayor balance dentro de mi vida.
L’O: ¿Cambiaron las reglas del juego ahora que eres padre y tenista a la vez?
NJ: Es un gran desafío, sin duda [ríe]. He sabido ocuparme muy bien del tema, dándole el máximo provecho a mi hijo, porque es un regalo y una bendición tenerlo. Lo que uno siente por ellos es inexplicable. Me cambió la vida completamente, y día a día aprendo cosas nuevas que nunca hubiese vivido si él no hubiese nacido. Juanito me ha enseñado mucho y quiero seguir aprendiendo de esta experiencia al máximo.
L’O: Actualmente, los tenistas no solamente son reconocidos por el deporte. Son íconos de estilo y ejemplos a seguir, son mucho más que solo el juego y el deporte en sí. ¿Qué imagen tuya te gustaría proyectar?
NJ: Me gustaría que me vieran como una persona común y corriente, que es igual a todos los demás y que no tiene nada distinto o especial. Como una persona que valora mucho el deporte, la salud, el trabajo, el esfuerzo y que, por sobre todo, prioriza su familia.
L’O: En esta sesión de fotos saliste de tu estructura cotidiana. Jugaste con la cámara y los distintos looks, y pudiste mostrarte tal cual eres. ¿Cómo fue eso para ti? ¿Fue difícil ser fotografiado de distinta manera?
NJ: Fue complejo, pero a la vez lo pasé muy bien y fue muy entretenido. Al comienzo estaba nervioso y me costó mucho soltarme, no sabía qué hacer y cómo posar [ríe]. Sin embargo, pude relajarme. Me encanta probar cosas nuevas y salir de mi zona de confort; ya sea en cosas como estas, como en el deporte al que me dedico. Es por eso que trato de disfrutar, aprender y que me guíen para hacerlo lo mejor posible.
L’O: Debe ser difícil mostrarse fuera del rol de tenista.
NJ: Totalmente. Es muy complejo separarse de tu carrera y de aquello en lo que eres bueno. Cuando uno prueba cosas nuevas hay que relajarse, entregarse y saber que no eres perfecto para todo; hay que tratar de fluir lo máximo posible.
"Viajar y ser nómade siempre ha estado instaurado en mi vida. Antes lo hacía solo, ahora tengo la suerte de hacerlo muy bien acompañado".
L’O: ¿Cómo te ves en ese sentido al terminar tu carrera?
NJ: Me encantaría seguir aprendiendo cosas fuera del tenis. Quiero disfrutar a mi familia y del hecho de no tener la obligación de ir a entrenar, viajar o tener la presión constante de sobresalir en mi carrera. Aprovechar de hacer cosas, como otros deportes que me gustan mucho -esquí, fútbol, entre otros- que no realizo por posibles lesiones. Estaría relajado, tendría libertad y un abanico de posibilidades de cosas por hacer, teniendo como primera prioridad ser un papá presente siempre.
L’O: En pocos meses competirás en las Finales de la Copa Davis. ¿Cómo te preparas para eso?
NJ: De la misma forma que me preparo para cada campeonato. Busco no tener ninguna molestia que se transforme en lesión, tener un buen rendimiento en torneos anteriores, e ir mejorando cada vez más en mis resultados. Finalmente, que las otras competencias se transformen en una preparación, porque en cada una de ellas aprendo algo nuevo y supero algún desafío. Ojalá poder llegar a la Copa Davis con la mayor cantidad de triunfos posibles, para así tener más confianza y seguridad en mí mismo.
Fotos: Pedro Quintana
Styling: Alex Montoya
Maquillaje: Max Méndez
Asistente de estilismo: Claudia Catroux