Mads Mikkelsen define su papel en Hollywood
El actor danés regresa como un tenaz ex capitán del ejército, que lucha por alcanzar la gloria en una epopeya del siglo XVIII.
Fotografías por Charlie Gray
Styling por Jay Hines
La mayoría reconocerá a Mads Mikkelsen como el sádico Le Chiffre, que llora lágrimas de sangre de su ojo lleno de cicatrices en Casino Royale, la primera instalación de James Bond protagonizada por Daniel Craig. La película le abrió las puertas de Hollywood al entonces actor de 40 años, que nunca había visto una película de 007 antes de audicionar para el papel. Otros lo asocian con la serie de NBC Hannibal, en la que Mikkelsen interpretó de manera convincente al psiquiatra caníbal. De hecho, el actor es tan creíble en sus papeles de villano que también interpretó a uno en el vídeo musical de Bitch Better Have My Money de Rihanna. Fiel a su estilo, Mikkelsen admitió con franqueza en una entrevista con Jimmy Kimmel que nunca había oído hablar de la poderosa cantante mundial antes de ser contactado por su equipo.
El actor prefiere un ritmo de vida más tranquilo y divide su tiempo entre Skovshoved, un antiguo pueblo de pescadores al norte de Copenhague, y Mallorca. Nacido en un barrio obrero de la capital danesa, Mikkelsen se formó como gimnasta y trabajó durante 10 años como bailarin contemporáneo antes de hacer la transición al cine, estudiando en la Escuela Nacional de Teatro de Dinamarca. Su debut cinematográfico como traficante de drogas en el thriller policial de 1996, Pusher, fue un éxito arrollador, y el actor protagonizó varias películas y programas de televisión danesas antes de encontrar el reconocimiento mundial.
Su última película, La tierra prometida, que se estrenó en el 80º Festival de Cine de Venecia, es una epopeya ambientada en la Dinamarca del siglo XVIII. Mikkelsen interpreta al Capitán Ludvig Kahlen, un veterano de guerra empobrecido, que responde al llamado del Rey para limpiar e intentar cultivar el páramo árido y sin ley de Jutlandia con la promesa de que, si tiene éxito, recibiría un título real. Este es el segundo proyecto de Mikkelsen con el director Nikolaj Arcel, 11 años después de A Royal Affair, la historia real de la relación entre un médico y la reina Carolina Matilda, interpretada por Alicia Vikander en su primer papel importante. Mientras The Promised Land comienza su circuito de festivales, Mikkelsen recuerda su carrera de décadas.
L'OFFICIEL: Cuéntenos sobre tu última película, La tierra prometida.
MADS MIKKELSEN: La película es un gran drama épico, centrado en la dualidad entre ambición y afectos, donde se alternan momentos de extrema brutalidad y otros de delicadeza y ternura. Y es espectacular, una espléndida y suntuosa reconstrucción de la época. Interpreto a un soldado obstinado, dispuesto a sacrificar cualquier cosa para lograr su objetivo, con un gran sentido de lo que es correcto; con una inmensa confianza en la ley y en la idea de que esta se aplica a todos. Un hombre que odia la nobleza y al mismo tiempo quiere ser parte de ella. Un hombre que ha jugado todos los juegos pero finalmente se encuentra solo, frente a una mujer muy fuerte [interpretada por la actriz Amanda Collin]. Un hombre que se creía cien por ciento seguro de no querer a nadie a su lado y luego se sorprende. Un personaje que cuesta comprender del todo porque muchas veces cometemos el error de no considerar la moral de la época.
Este verano también interpretaste al villano en la última película de Indiana Jones.
¿Cómo no iba a hacerlo? Indiana Jones inspiró a toda mi generación. Ni siquiera sé cuántas veces he visto la película. Todos los detalles del set fueron cuidados hasta un nivel de perfeccionismo: simplemente fantástico.
"Interpreto a un hombre que odia la nobleza y al mismo tiempo quiere ser parte de ella".
Thomas Vinterberg, director de The Hunt y Another Round, te ha descrito como "un actor tan afinado... como el mejor instrumento que puedes conseguir en una orquesta".
Estamos muy cerca. Durante el rodaje de Another Round, su hija, que había sido parte del proyecto desde el principio y que también debía aparecer en la película, murió en un accidente automovilístico [a los 19 años]. Thomas nos dio a todos una opción: abandonar la película o continuar y dedicársela a ella, como lo hizo durante su discurso de aceptación [a la Mejor Película Internacional] en los Oscar. El resultado ha reforzado la idea básica de la película: recuperar la vida, algo aún más importante para mi personaje, un hombre que quiere volar y ahogarse al mismo tiempo.
¿Con qué directores te gustaría trabajar?
Me gustan los directores de la Edad de Oro de Hollywood. También me encantaría que Martin Scorsese me dirigiera. Taxi Driver es una de mis películas favoritas, con un protagonista lleno de matices.
¿Alguna vez has pensado cambiar al otro lado de la cámara?
Realmente, nunca, aunque a veces tengo la tentación de pedirles que me dejen rodar una escena. Pero luego creo que son roles diferentes.
¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?
Deporte, especialmente ciclismo y tenis. No veo muchas películas para alguien que hace mi trabajo.
Recientemente fuiste nombrado uno de los seis embajadores globales de Zegna.
Zegna tiene un estilo con el que me siento perfectamente a gusto. Es cómodo y de extrema calidad, lo que cambia ligeramente mi percepción de mí mismo.
¿Cómo te describirías?
Complejo, con mucho caos.
