Mestiza: artesanía contemporánea de lujo
Una nueva marca de carteras chilenas que apuesta por la historia y la identidad nacional en su manufactura.
El mestizaje que se produjo históricamente entre españoles e indígenas, sumado a la historia del huaso chileno y la simbología que lo rodea -como los copihues o las medialunas que son grabados en el cuero-, son la principal inspiración de Francisca Olavarría (24), la joven creadora de la marca de carteras de lujo Mestiza, que busca mostrar la idiosincrasia chilena a través de colores, texturas y formas inspiradas en lo criollo.
La confección de cada una de sus piezas une técnicas artesanales, como la talabartería y la ataujía, dos procesos que son íntegramente hechos a mano. El primero es el trabajo en cuero, como por ejemplo los trenzados y flecados, y el segundo es el grabado en metal en donde se incorporan filamentos de oro, bronce o fierro.
Como diseñadora, Olavarría se siente con la responsabilidad de ser articuladora de lo artesano en tiempos contemporáneos. A su vez, pretende acercar estas técnicas -que son escasas- a la ciudad como una forma de valorar el trabajo hecho a mano y la valiosa artesanía que existe en nuestro país. “Mestiza nace de los artesanos, de la inspiración del huaso para poder rescatar a los artesanos que están en peligro de extinción. La globalización ha influido mucho en los artesanos, porque los diseñadores de autor se enfocan en tendencias internacionales, hay muy pocos que tratan de rescatar el tema de la cultura chilena que es tan rica, tan única”, comenta Francisca.
La firma de accesorios nació como el proyecto de titulación de la profesional de la Universidad Católica. No fue fácil, sí desafiante. Tras meses de investigación y aprendizaje en los talleres de los pocos chapeadores y talabarteros que están quedando en Chile, Francisca Olavarría por fin pudo poner en marcha su línea de carteras. Las argollas, el trenzado y los colores café y negro son predominantes en cada uno de sus modelos, tal como las tonalidades que se utilizan en las monturas de caballos o en las pierneras de los huasos.
Uno de los principios de Mestiza es regirse por el slow fashion, por eso sus colecciones serán semestrales, con una serie de modelos atemporales que podrán encargarse a pedido. La producción de cada bolso es reducida y, gracias a su alta calidad en manufactura y materialidad, está destinada a durar años. “Me gusta la idea de que sean productos heredables. No quiero que solamente la cartera la ocupe la nieta, sino que antes lo hayan hecho la mamá y la abuela. Que exista una herencia del pasado, siempre mezclando lo sofisticado, lo elegante y lo urbano”, asegura Francisca.