Lesage: cien años de bordado y alta costura
Este año, la célebre casa francesa de bordados celebra su centenario con una muestra en el 19M, un espacio de exposiciones parisino concebido por CHANEL. Indispensable protagonista de la Alta Costura francesa, la maison Lesage es la creadora de las maravillosas piezas que deslumbran en las colecciones de las más importantes casas de moda.
Como le gustaba decir a François Lesage —con elegancia y cierta picardía— el bordado es el segundo arte más antiguo del mundo. En efecto, el bordado ya apareció en los albores de la historia de la humanidad (existen restos de vestimentas prehistóricas con bordados de piedras y canutos), pero despegó realmente en la Edad Media gracias a los descubrimientos de los europeos durante las Cruzadas y a las nuevas técnicas que Marco Polo trajo de China.
El aporte de épocas y culturas diferentes, hizo del bordado francés un arte y un oficio complejo y sofisticado con una enorme variedad de técnicas. Pues si este arte sigue vigente hoy en día es porque, a lo largo del tiempo, los maestros han ido recopilando y añadiendo nuevos materiales y métodos. Lesage dispone hoy de un enorme archivo de todas estas técnicas a las que últimamente se han sumado las impresiones 3D y láser.
TRES DIRECTORES EN CIEN AÑOS
La maison Lesage fue fundada en 1858 por la familia Michonet y en sus principios se llamaba Maison Michonet. En ese entonces era famosa por sus colaboraciones con los vestuaristas de los teatros parisinos, y por ser la proveedora de Charles Frédérick Worth, el más grande modisto de la época. En 1924, fue adquirida por Albert y Marie Louise Lesage quienes, tras dale su nombre, se concentraron en la Alta Costura, creando bordados para Madeleine Vionnet y para Elsa Schiaparelli, dos figuras centrales de la moda parisina de principios del siglo XX.
En los años 50, su hijo François, excelente bordador, asumió la dirección de la maison y la convirtió en la principal proveedora de todas las casas de Alta Costura parisinas. “El bordado es a la Alta Costura lo que los fuegos artificiales son al 14 de julio”, decía, refiriéndose a la típica celebración de la fiesta nacional francesa.
Como su padre antes que él, François Lesage fue un gran innovador, inventor e investigador y desarrolló múltiples colaboraciones en el mundo de la moda: Pierre Balmain, Cristóbal Balenciaga, Christian Dior, Jean-Louis Scherrer y Jean Patou recurrían a él para todas sus colecciones. En 1963 conoció a Yves Saint-Laurent quien trabajó exclusivamente con Lesage durante cuarenta y cuatro años. Entre las muchas obras de arte concebidas por ambos se destacan las chaquetas que reproducían Los Iris y Los Girasoles de Van Gogh para la colección 1988. Cada una exigió seiscientas horas de trabajo. La chaqueta Iris estaba compuesta de 250.000 paillettes de veintidós colores, doscientos mil perlas y 250 metros de cinta.
Bajo la dirección artística de Hubert Barrère desde 2011, la casa estableció numerosas colaboraciones con otros grandes nombres de la moda como Armani, Balenciaga, Dolce & Gabbana, Jean-Paul Gaultier, Prada, Ralph Lauren, Versace y Louis Vuitton, entre muchos otros.
BAJO EL PATROCINIO DE CHANEL
De hecho, desde 2006, la maison Lesage forma parte del grupo CHANEL, quien tiene como objetivo preservar los metiers d’art. Es decir, las casas artesanales sobrevivientes de un mundo perdido, en riesgo de desaparecer, las adquiere a fin de garantizar su supervivencia. Entre las otras casas “salvadas” se cuentan la Maison Michel (sombreros), Goosens (orfebrería), Massaro (zapatos) y Lemarié (decoraciones florales). Cada año CHANEL celebra el savoir faire de estas casas con un desfile en distintas partes del mundo. El último de ellos fue en Dakar.
La Maison Lesage, es hoy tan famosa por su historia como sus archivos que incluyen unos 80.000 bordados -una pequeña parte de los cuales se exponen en la muestra- que recorren la historia de la moda desde Charles Frédérik Worth hasta nuestros días.