Louis Vuitton Otoño Invierno 2025: Viajar como expresión de estilo
La moda es un viaje y para su colección femenina, Louis Vuitton transformó la pasarela en una estación de tren, un lugar de partidas y regresos.
Nicolas Ghesquière, director creatvio de las colecciones femeninas de Louis Vuitton, eligió el largometraje L'Étoile du Nord, un enclave secreto y cargado de evocación junto a la Gare du Nord de París, para capturar la poesía de los viajes en tren. "La idea inicial fue la estación de tren, su poder evocador", explica Ghesquière. "Las innumerables escenas que despierta, desde Con faldas y a lo loco hasta 2046, desde Casablanca hasta Snowpiercer, sin olvidar Asesinato en el Orient Express de Agatha Christie". Así, el vestíbulo de la estación se transforma en el telón de fondo de un relato atemporal, tejido de abrazos, despedidas, descubrimientos y nuevas aventuras.
El vínculo entre Louis Vuitton y el arte de viajar es fundamental para comprender la esencia de la maison francesa. Su historia comienza en 1854, cuando Casa inauguró su primer taller en la Rue Neuve-des-Capucines de París, con la visión de transformar el mundo del equipaje.
Formado como aprendiz de un maestro fabricante de baúles, Vuitton entendió que los viajes estaban evolucionando. Con la expansión de los ferrocarriles, el equipaje debía responder a nuevas exigencias de funcionalidad, ligereza y resistencia, marcando así el inicio de una revolución en la manera de viajar.
La colección traduce estas emociones en prendas que mezclan nostalgia y modernidad. Líneas ligeras y volúmenes estructurados se unen en siluetas que evocan la elegancia retro de los viajeros del pasado, mientras que los tejidos técnicos y los detalles audaces proyectan la tradición de la Maison hacia el futuro. Los icónicos bolsos de viaje evolucionan con la introducción de Express, un nuevo modelo inspirado en el modelo Keepall, con colores delicados y una forma suave y fluida.
Otro homenaje a la dimensión del viaje proviene de la colaboración con Kraftwerk, pioneros de la música electrónica, cuyo álbum Trans-Europe Express fue la fuente de inspiración para toda la colección. "Fue una elección natural. Su música, su imaginación, la visión futurista que siempre han transmitido... Y luego el nombre del álbum, un homenaje a los viajeros europeos", explica Ghesquière. La portada del álbum aparece en la ropa y los accesorios, convirtiendo cada look en un homenaje a la cultura viajera. El resultado es una colección que celebra el movimiento, la nostalgia y la innovación, encarnando la esencia de Louis Vuitton: el lujo como experiencia, la elegancia como aventura.
