Cómo proteger tu piel de las bajas temperaturas

Lejos quedan esos calurosos días de verano en los que tomábamos el sol en la playa. Bien adentrados en el otoño, lo que abunda son los días grises, fríos y lluviosos. Este cambio en el clima puede afectar el bienestar de nuestra piel, la cual sufre especialmente con las bajas temperaturas y el contacto con el viento.

Diversos factores pueden debilitar la capa hidrolipídica de la piel, dejándola débil y deshidratada además de estar expuesta a distintos agentes externos. Todo esto puede ocasionar diversos problemas como la tirantez, el enrojecimiento y los eccemas, sobre todo en el caso de aquellas personas que tienen la piel más sensible.

En L'Officiel repasamos lo indispensable para una rutina que te ayudará a mantener el bienestar cutáneo a pesar del frío, lluvia y viento.

Hidrátate más que nunca 

Como hemos dicho, tanto el viento como las bajas temperaturas harán que tu piel se deshidrate con facilidad. Para contrarrestar esto, es fundamental hidratarse bien tanto por dentro como por fuera. Sabemos que, especialmente durante los días más fríos, solemos beber menos agua de lo habitual así que una buena alternativa son los tés e infusiones. Esto ayudará a mantener los niveles de agua de nuestro cuerpo altos, proporcionando, al mismo tiempo, calor.

En cuanto a la hidratación exterior, es importante elegir una crema que ayude a reducir la pérdida de agua. A diferencia de las que se suelen usar en verano, bastante ligeras, se debe optar por una crema más densa y, si puede ser, que contenga ingredientes emolientes y oclusivos. Los primeros rellenan los huecos entre las células del estrato córneo y reducen la pérdida de agua, mientras que los segundos forman una película protectora sobre la piel e impide que el agua se evapore.

Limpia tu piel de mandera profunda 

La lluvia puede causar la aparición de acné derivado de la combinación de humedad y frío. Por ello, es importante limpiar la piel habitualmente, ayudando así a eliminar cualquier tipo de infección superficial. Aun así, a diferencia de las estaciones más cálidas, se debe optar por productos más suaves y menos agresivos para ayudar a mantener la hidratación natural de la piel. 

Una gran opción para ello es el agua micelar. Las micelas ayudan a limpiar todas las impurezas de la piel a la vez que la tonifican e hidratan, siendo así unas grandes aliadas contra el frío otoñal. Además, se puede recurrir a otros limpiadores hidratantes como los limpiadores a base de aceite, que se encargarán de los restos de suciedad acumulados y aportarán la hidratación extra que es necesaria.

Incorpora la Vitamina C en tu rutina 

La vitamina C, también conocida como ácido ascórbico, tiene un gran potencial para luchar contra gripe y resfriados cuando es ingerida. Pero también puede ayudar con la producción de colágeno cuando se a plica sobre la piel gracias a sus propiedades antioxidantes y antiarrugas. Y, por si fuera poco, tambipen es muy eficaz para a recuperar la luminosidad del rostro y mantener la piel joven y fresca. Es importante recordar que, al comprar cualquier producto, es necesario tomar en cuenta el porcentaje de concentración ya que, si sobrepasa el 15%, se corre el riesgo de irritar la piel.

Cuida también de tus labios 

Probablemente los labios sean los grandes olvidados de cualquier tipo de rutina, pero esta área es una parte muy sensible de nuestra piel. Especialmente en otoño e invierno, los labios se resecan con facilidad, obteniendo una apariencia áspera y agrietada. Por ello, es importante exfoliarlos una o dos veces por semana e hidratarlos constantemente, entre dos y tres veces al día. Y para mayor hidratación, un bálsamo para labios que también los proteja del sol.