Araya, herencia culinaria
Con 12 horas de diferencia y al otro lado del mundo, los chefs chilenos Francisco Araya y Fernanda Guerrero hablan de su más reciente proyecto: el restaurante Araya, un espacio innovador para la alta cocina en Singapur.
Apesar de los más de 16.00 kilómetros que separan Singapur de Chile, el Océano Pacífico conecta ambos países para compartir sus productos marinos y forjar un intercambio a nivel gastronómico. Después de vivir 15 años entre Tokio y Shangái, el chef chileno Francisco Araya y su pareja, la chef pastelera Fernanda Guerrero, decidieron embarcarse en un nuevo proyecto para dar a conocer las riquezas culinarias que posee su país natal en la ciudad considerada la perla de Asia. “Sabíamos que cualquier cosa que hiciéramos iba a llamar la atención. La idea siempre fue representar nuestra cultura, pero desde una visión creativa. Nunca quisimos replicar un pastel de choclo, por ejemplo; más bien apuntábamos a mostrar la esencia chilena rescatando los productos nativos”, afirma Francisco sobre Araya, que a menos de un año de su apertura fue reconocido con una estrella Michelin en su guía de este año.
Desde octubre de 2023 este lugar se consagra como el primer restaurante sudamericano de alta cocina en Singapur. Con una capacidad máxima de 30 comensales, invita a sus visitantes a un viaje gastronómico por Chile a través de sus sabores: cuenta con solo dos meses para cenas privadas y una barra interactiva, donde los clientes pueden conocer a los chefs, descubrir más sobre los ingredientes autóctonos que utilizan –como el cochayuyo, el merkén, la lúcuma y la chirimoya, entre otros– y qué preparaciones logran con ellos: chancho en piedra con melón, gazpacho y pepino en cubos; empanadas de wagyu, con gel de pebre y microhierbas; moqueca kinki con aceite de dendé y amaranto, y muchas más. “Chile es muy distinto de un extremo a otro, por eso en uno de mis primeros postres quise mostrar el norte con una chirimoya alegre, que se acompañó de flores para representar el desierto florido”, afirma Fernanda. “Esa preparación se acompañó de un View-Master; mandamos a hacer discos con fotos del desierto para que las personas, al momento de degustar, puedan conectar el paisaje con el postre y entiendan de qué estamos hablando”, agrega Francisco. Es así como a través de esta experiencia el chef Francisco Araya –junto al chileno Tomás Tapia, también galardonado en la Guía Michelin 2024 con el Premio Sommelier– interactúa con su público, enseñándoles sobre los productos utilizados, sus texturas y cómo maridarlos. De este modo llevan a la mesa los vinos nacionales y sus secretos culinarios, enriqueciendo sus paladares y ayudándolos a descubrir nuevos horizontes de sabor.
VISITAS EN 360º
Por unas cuantas horas los comensales se encuentran frente a frente con la identidad del país no solo a través de su cocina, sino también mediante su diseño interior, que rinde homenaje a los materiales naturales de Chile. Al entrar por su puerta, la madera de álamo, el cuarzo rosa y el cobre se combinan con las instalaciones de Araya y sus paredes, que imitan los amaneceres y atardeceres de los diversos paisajes del país. El restaurante, diseñado por la australiana Emma MaxWell, está pensado para que las personas puedan conocer a los chefs y su comida a través del mostrador, que los sitúa en primera fila para ver a los cocineros en acción. No obstante, detrás de una discreta puerta corrediza, un comedor privado seduce a los curiosos gracias a su mesa sólida de piedra cuarcita y su delicada lámpara de porcelana que pareciera flotar en el cielo. Nada es al azar. Para eventos privados o exclusivas cenas entre amigos y familiares, este espacio destaca por un imponente mural de la Cordillera de los Andes y por llevar a las personas a un viaje por el corazón de la joya del Pacífico. “Muchos singapurenses han viajado a Chile, otros sueñan con ir porque lo encuentran superexótico. Singapur es un país multicultural, lo que te da la posibilidad de hacer algo distinto, y que la gente pueda y quiera entenderlo”, finaliza Francisco.