Prada SS25: atrévete a mirar de cerca
La última colección de Prada para la temporada Primavera/Verano 2025, presentada en la Milan Fashion Week, difumina la delgada línea entre la realidad y la imaginación.
Diseñada por el dúo creativo Miuccia Prada y Raf Simons, la última colección de Prada para la temporada Primavera/Verano 2025, presentada este pasado domingo en la Milan Fashion Week, nuevamente tiene a toda la industria mirando de cerca. De hecho, la colección se titula Closer, y es que gira en torno a conceptos como la percepción, el tiempo y la supuesta imperfección.
Los desfiles de Miuccia y Raf son ya conocidos por sus escenografías tan clásicas como innovadoras, siempre jugando con efectos técnicos sencillos que aportan una apariencia surreal, como pisos transparentes o una iluminación precisa, casi clínica. Ahora, en un entorno onírico dentro del Depósito de la misma Fondazione Prada, la colección propone una introspección a través de las prendas, que de lejos pueden parecer simples pero, de cerca, revelan una complejidad y dinamismo sorprendentes.
Las prendas presentan intencionalmente arrugas y signos de desgaste, simbolizando el paso del tiempo y la imperfección como un reflejo de la vida misma. La colección juega con proporciones exageradas, combinando elementos de manera instintiva pero cuidada, como un suéter de superhéroe recontextualizado. Las pinturas de Bernard Buffet, impresas en camisetas, y la yuxtaposición de artículos de diferentes orígenes crean un contraste deliberado y considerado. Los detalles de alambre que animan cuellos y dobladillos dan la sensación de estar vivos, añadiendo un toque mágico a las piezas. Así, la colección explora la delgada línea entre la realidad y la imaginación, desafiando nuestras percepciones y redefiniendo conceptos de verdad y pretensión.
El espíritu de la colección es uno de libertad, optimismo y energía juvenil. Este espíritu se refleja tanto en el diseño de las prendas como en la atmósfera del evento, donde una cabaña –más bien como una “casa del árbol”, que podría interpretarse como un símbolo concreto y tangible de la fantasía terrenal– sirve como un tótem que guía la narrativa del desfile.
Una vez más, Miuccia Prada y Raf Simons han conseguido utilizar su trabajo para proponer una nueva realidad, una en la que la moda no solo es una declaración estética, sino también un medio para cuestionar y reimaginar nuestra percepción del mundo.