Cristián Aninat: dimensiones del ser
El fotógrafo y gestor cultural utiliza su sensibilidad artística para trazar mapas culturales, que dan visibilidad a los talentos locales en plataformas internacionales.
Existen personas cuyo impulso creativo las lleva a embarcarse en múltiples proyectos. Para ellos, cada una de estas ideas es un nuevo desafío; una oportunidad de crecimiento y aprendizaje; pero, por sobre todo, una fuente de inspiración interminable. Este es el caso de Cristián Aninat, quien al preguntarle a qué se dedica actualmente inicia una conversación larga y extendida sobre sus distintas iniciativas que, en tan solo un año, han dado fruto gracias a su pasión por el arte y las ganas de ser un puente entre artistas chilenos y la escena internacional. Después de dirigir por seis años Colección Ca.Sa —reconocida selección de arte latinoamericano con base en Chile— abrió Fundación Artus Conexión Global Chile —asociación independiente sin fines de lucro iniciada en Perú en 2018—, que entrega una plataforma de difusión con el objetivo de visibilizar, conectar y becar a artistas chilenos en las mejores residencias del mundo. “Soy una persona a la que le gusta hacer muchas cosas. Tengo la teoría de que las oportunidades hay que tomarlas de inmediato, si no, todo pasa y se pierden las ganas. Al momento de dejar mi puesto de Ca.Sa tuve el ímpetu de reaccionar rápido”, comenta sobre su decisión, que hoy lo sitúa como director del proyecto peruano en Chile. “Fue una iniciativa personal, porque siento que la necesidad más tangible que existe hoy en los artistas chilenos —y que entrega mayor valor a nuestros creadores– es la de conectarlos con los distintos mercados internacionales”.
Aninat afirma que ha sido un camino vertiginoso, pero fructífero. En enero de este año comenzó una alianza con Delfina Foundation —residencia ubicada en Londres, que busca facilitar el intercambio artístico y el desarrollo de prácticas creativas—, donde invitaron a 20 artistas chilenos a postular a una beca de tres meses en su casa matriz. “En cierto sentido, mi paso por Ca.Sa se traslada a esto: el trabajo, la gestión cultural y el seguir involucrado desde esta vereda en el mundo del arte”, asegura.
UN PARAGUAS CULTURAL
Gracias al haber estado involucrado en distintas iniciativas artísticas y culturales a muy temprana edad —como los ya mencionados: Colección Ca.Sa., Artus y la marca Mr&Ms y su estudio fotográfico homónimo, Aninat Studio— su vocación filantrópica evolucionó, lo que lo hizo iniciar su propia productora/agencia boutique, llamada Coolture. “Me gusta participar en muchos proyectos. Después de trabajar en Ca.Sa. comencé a recibir llamadas de distintas personas que querían trabajar conmigo. Me di cuenta de que ahí había una oportunidad para generar ingresos, y que al mismo tiempo me permitía lograr lo que a mí más me gusta hacer: conectar artistas y aplicar mi creatividad al cien por ciento”, dice acerca de su nueva marca, donde logra la generación de contenidos, la producción de eventos y el desarrollo de ideas para difundir y promocionar la cultura en general. “Es algo que me permite elegir con quién trabajar, cómo hacerlo, y la posibilidad de armar y diseñar proyectos específicos con nombre y apellido”.
"No podría haberme dedicado a nada más; abarco un paraguas cultural de arte, fotografía y lifestyle, que son las cosas que más me gustan en el mundo".
L’OFFICIEL: ¿Qué criterios consideras clave al momento de elegir un artista o institución con la cual desarrollar una nueva propuesta?
CRISTIÁN ANINAT: Existe una camada de artistas con mucho potencial. Desde ahí nace mi cuestionamiento sobre cómo puedo entregar valor a este ecosistema desde mi quehacer, que no sea algo muy ambicioso. Cuando decido con quién trabajar, busco a personas con las que comparta ciertas conexiones y bases de respeto; tubos conectores que ayudan a sacar proyectos adelante.
¿Qué expectativas tienes en cuanto al impacto y la recepción de Coolture en la escena nacional?
CA: Creo que va a ser algo bastante grande. Ha sido complejo, pero es algo que me apasiona tremendamente; he podido ir transformando un modelo de gestión y promoción, a un negocio rentable que puede mantenerse en el tiempo. Como se lo digo a mucha gente, no podría haberme dedicado a nada más; abarco un paraguas cultural de arte, fotografías y lifestyle, que son las cosas que más me gustan en el mundo.