PFW: Rabanne explora los orígenes del futuro
¿Cómo es posible que el pasado profundo evoque también un futuro lejano? La última colección de Julien Dossena para el desfile Primavera/Verano 2024 de Rabanne emerge en el reino de los espejismos, donde mitos y artefactos perdurables chocan con historias soñadas; la realidad se fusiona con lo ilusorio.
Para su desfile SS24, la expresión arqueológica de Rabanne se ancla en el presente por su materialidad y sentimiento. Es una reflexión sobre la elaboración artesanal de las primeras prendas y sobre la evolución de la artesanía en la actualidad. También es una exploración de la relación entre tactilidad y sensualidad. De una mirada a otra, el cuerpo se adorna y revela de forma provocativa. Surge una poderosa representación femenina: escultural, intrépida y trascendental en el tiempo.
La ropa y los revestimientos tradicionales, como pantalones harén, bufandas dobladas, faldas drapeadas y pantalones cortos, se reinterpretan y adornan con bordados geométricos, flecos metálicos y cordones. Las telas rústicas y crudas se mezclan con elaborados abalorios, mientras que los hilos de oro sueltos sugieren un cierto estado de decrepitud magnificada. Al mismo tiempo, observamos otras piezas contemporáneas: chaquetas bien confeccionadas con frunces en la parte delantera, cinturas escotadas, mangas cortas, talle bajo y actitud grunge. Mientras tanto, los elementos drapeados están inspirados en representaciones de antiguas estatuas de mármol, desde los delicados pliegues de las telas hasta las serigrafías que capturan de manera realista el juego de luces y sombras.
La piel no está simplemente expuesta, sino que está involucrada en una experiencia material. Observamos mallas de metal líquido contra la pierna, el temblor de un conjunto de discos de madera y plumas de pavo real. Más allá del negro, el oro y la plata, emblemáticos de la maison Rabanne, se ofrecen degradados de tonos desérticos, entre cobre luminoso y tonos fríos de azul y lila. Finalmente, Dossena revisita Nues , la icónica serie del fotógrafo Jean Clemmer en colaboración con Paco Rabanne, presenta mujeres casi desnudas, salvo por el conjunto de cadenas que las rodean, cayendo en cascada y cubriendo sus cuerpos. A la vez eróticas y poéticas, estas imágenes de 1962 aparecen en camisetas sin mangas, una de las cuales se lleva con un vestido de cristales Swarovski y malla metálica.
