Max Mara apuesta por los tejidos naturales en Milano
Un desfile que transportó a sus invitados a los meses veraniegos, caracterizados por las altas temperaturas, los días soleados y los looks elegantes.
La mujer Max Mara es, probablemente, la más pulcra de todas las pasarelas del mundo. Y sin embargo, cada temporada la marca encuentra la forma -siempre elegante- de decir algo diferente. Si bien en este desfile reinaron sus clásicos todos metros, es imposible no detenerse en la ligereza de las telas, la fluidez de los cortes y la comodidad que transmiten las modelos caminando como si levitaran. Esta vez, junto a los tonos arena y negro, aparecieron destellos de verde agua, celeste y amarillo. No son guiños simples para Max Mara, se puede entender más bien como una audacia controlada. Y en cada uno de los diseños, los tejidos naturales casi se podían palpar. Las siluetas propuestas son modernas, muy femeninas de un modo tradicional, con voluminosos pantalones y faldas que se mueven desde la cadera hasta el ruedo, jugando con los volúmenes. Y los abrigos, que también en temporada de calor son el sello de Max Mara, esta vez iban combinados con iban con blusas sin mangas y blusas cortas con hombros descubiertos.
