Yves Saint Laurent y el delicado juego de las trasparencias
Ya desde fines de los años 60, Yves Saint Laurent escandalizaba con sus transparencias. El encaje fue una de las materias con las que —a lo largo de toda su carrera— se aventuró en el delicado juego entre la elegancia y la osadía.
La exposición Yves Saint Laurent: Transparencias tiene lugar en la Cité del Encaje y de la Moda, en Calais (Francia), museo dedicado al savoir-faire alrededor de una materia íntimamente ligada al lujo y a la moda: el encaje. En su gran galería, suele presentar a modistos que marcaron la historia o a creadores contemporáneos, que subliman esta materia y la técnica que hicieron la gloria de esta ciudad portuaria en el siglo XIX. A toda evidencia, no podía faltar un homenaje a Yves Saint Laurent que supo usar el encaje de manera audaz y exquisita.
"Las mujeres no son sólo austeridad y líneas rigurosas. Tiene que haber un elemento de ensueño, de sensualidad. ¿Qué puede haber más bello que hacer que parezcan aves del paraíso?” - Yves Saint Laurent.
A través de sesenta modelos, acompañados de accesorios, dibujos, fotos y vídeos, Transparencias recorre cuarenta años de creación del célebre modisto francés que, a través de sus colecciones, se dedicó a emponderar una mujer nueva, poderosa y sensual. Una mujer, por cierto, con una gran dosis de coraje y de confianza en él como para osar atrevidas creaciones que dejan vislumbrar partes de la anatomía que, por decencia y tradición, suelen estar cubiertas.
YSL adoraba mostrar el cuerpo humano, no esconderlo. Así lo demuestra, al principio del recorrido, una nota manuscrita por él que dice: “Nada es más bello que un cuerpo desnudo. La más hermosa vestimenta que puede vestir a una mujer son los brazos del hombre que ama. Pero para aquellas que no tuvieron la suerte de encontrar esa felicidad, aquí estoy yo.” Palabras muy a propósito en una exposición que exalta el uso del encaje, materia romántica y misteriosa, que como ninguna revela, exalta y disimula.
Por supuesto, no podía falta el smoking que el modisto propuso en 1966 y que revolucionaría la moda. Pero nunca avaro de ideas, aquí se exhibe una versión creada dos años más tarde, con pantalones bermudas y camisa de muselina. Tampoco falta el vestido de cocktail que Catherine Deneuve compró en 1966, enteramente compuesto de un encaje florido ni el célebre modelo, inmortalizado por Jean Loup Sieff (el mismo que fotografió a Saint Laurent desnudo en 1971), que ilustra el afiche de la muestra, severo por delante pero cuya espalda se extiende hasta bien debajo de la cintura. Cubierta por cierto, con el más bello encaje de Calais…
Yves Saint Laurent: Transparences, Cité Dentelle Mode, Calais (Francia) hasta el 12/11/23