Toru & Naoko: artesanía, elegancia y aceptación
En conversación con L’Officiel, la directora creativa habló acerca de los inicios de su marca, sus mayores desafíos y cómo ha evolucionado en sus casi diez años de trayectoria.
La argentina Camila Leguizamón, creó su marca de ropa interior en 2014 gracias a su pasión por la confección textil y los detalles que involucra. Aunque en aquel entonces ese rubro no era bien apreciado, decidió seguir adelante y potenciar su relación con la lencería, que le brindó una forma de expresión más íntima y auténtica. A diferencia de otras marcas, ella quería darle una vuelta a sus prendas más allá de la sensualidad: “incorporar elementos creativos, que transformen la lencería en algo tan especial como ese vestido que tanto adoras”, afirmó.
Los pilares fundamentales de Toru & Naoko, se traducen en comodidad, seguridad e incentivar a las mujeres a utilizar lencería independiente de su tipo de cuerpo. No obstante, para la marca también es muy importante el trabajo justo y la sostenibilidad en sus procesos de producción. Detrás de cada prenda realizada hay un equipo de solo mujeres que priorizan la calidad antes que la cantidad; Leguizamón busca crear un entorno ameno y flexible para sus colaboradoras, que fomente constantemente un sentido de equipo y colaboración. Por otro lado, por cada pedido realizado, la marca planta un árbol en conjunto con la organización One Tree Planted, lo que asegura hacer ediciones limitadas y pequeñas cantidades para no llegar a la sobreproducción y al desperdicio de materiales.
La directora creativa ve la lencería desde una perspectiva ligada cien por ciento a la moda. Cree firmemente que la sensualidad y el empoderamiento emerge de forma natural, cuando las mujeres están cómodas y llevan ropa interior que las hace sentir hermosas.
L’OFFICIEL: Mirando hacia atrás la trayectoria de la marca, ¿cuál es el mayor desafío al que Toru & Naoko se ha expuesto? ¿Fue difícil motivar a las mujeres a comprar lencería y ayudarlas a sentirse bien con sus cuerpos?
CAMILA LEGUIZAMÓN: Hemos enfrentado diversos desafíos, sin embargo, uno que ha sido constante, es el doble estándar y la censura en torno al cuerpo femenino. En particular, en la gestión de nuestras redes sociales y la publicidad. Hemos experimentado dificultades considerables, llegando incluso a tener problemas con pasarelas de pago que nos exigían eliminar imágenes de pezones de nuestro sitio web. Lamentablemente, en la sociedad actual, el cuerpo femenino a menudo se percibe como polémico.
En cuanto a incentivar a las mujeres a comprar lencería y sentirse bien con ellas mismas y sus cuerpos, afirma que ha sido un proceso gradual y de mucho esfuerzo. “Vender lencería en Chile es un desafío, debido a que, en general, las chilenas son bastantes conservadoras en su elección de ropa interior. No obstante, con los años, he visto un cambio positivo en este aspecto. Cada vez son más las mujeres que se animan a comprar diseño local y las que se atreven a crear pequeños emprendimientos de lencería, dándole más relevancia a la industria”, comenta Leguizamón.
L’O: Volviendo a la censura del cuerpo femenino, ¿crees que actualmente ha habido un cambio?
CL: Desafortunadamente, no he notado cambios significativos. A pesar de que exista un debate actual sobre este tema, la censura en redes sociales y los medios de comunicación sigue siendo una realidad persistente. Sin embargo, el cambio positivo está en las mujeres, en cómo aceptan sus cuerpos y apuestan por usar lencería.
L’O: Un pilar fundamental para Toru & Naoko es la sostenibilidad. ¿Cómo ha sido ese camino para la marca?
CL: Estamos dedicados a minimizar nuestro impacto lo más posible. Esto implica utilizar materiales locales siempre que sea posible; reciclar temas o utilizar excedentes de otras marcas para reducir el desperdicio textil; confeccionar cantidades limitadas para evitar la sobreproducción; y utilizar envases ecológicos. A pesar de estas elecciones, reconocemos que aún generamos un impacto ambiental considerable, es por eso que lo compensamos a través de la compra de créditos de carbono y la participación en programas de reforestación en colaboración con dos ONGs. Esto nos permite contribuir positivamente al medio ambiente y equilibrar el impacto que generamos.
L’O: ¿En qué te fijas al momento de seleccionar las telas a trabajar?
CL: Primero consideramos su aspecto estético y su compatibilidad con la identidad de nuestra marca. Más allá de su apariencia, buscamos que sean suaves y cómodas al contacto con la piel. Además, en cada elección de tela, priorizamos la opción más sostenible disponible. Por ejemplo, una de nuestras telas más usadas es una malla elástica negra fabricada con fibras 100% recicladas, lo que refleja nuestro compromiso con la sostenibilidad en cada paso del proceso de diseño y producción.
L’O: Ahora que cumplen una década en el mercado, ¿qué se espera a futuro para Toru & Naoko?
CL: Estamos muy emocionados por el futuro de la marca. Actualmente, estamos estableciendo nuestra presencia en Barcelona, donde gestionaremos nuestros envíos a Europa. Sin embargo, a pesar de esta expansión, seguiremos diseñando y confeccionando en Chile, manteniendo nuestros valores fundamentales. Nuestro objetivo es seguir creciendo de manera sostenible, centrándonos principalmente en la venta en línea y sin perder de vista nuestros valores éticos y ambientales. Estamos comprometidas a continuar ofreciendo lencería original y de calidad, y seguir siendo un aporte para que más mujeres se sientan seguras y cómodas en su piel.