Pauline Ducruet reúne a toda su familia para promocionar su marca
Para su última colección, la hija de Estefanía de Mónaco hizo posar a todos los suyos en una campaña muy original.
Pauline Ducruet, hija de la princesa Estefanía de Mónaco y fundadora de la marca de moda ecológica Alter Design, eligió la piscina del Meridien Beach Plaza de Mónaco y la orilla del mar Mediterráneo para ambientar la campaña de su última colección Summer Club, que se dio a conocer a fines de mayo. Para su lanzamiento, la diseñadora no solo posó personalmente, también convocó a toda su familia: su padre Daniel Ducruet y su mujer Kelly-Marie, su madre, su abuela Maguy, su hermano Louis Ducruet, sus medios hermanos Camille Gottlieb y Linoué Ducruet, su cuñada Marie, y su hermanastro Michael Ducruet. También puede reconocerse a su primo Alexandre Grimaldi —fruto de la relación entre el príncipe Alberto y Nicole Coste— otro gran apasionado de la moda. Todo el clan se prestó voluntariamente al juego, del que participaron hasta los perros de esta familia heterogénea; la campaña enfatiza la excelente relación entre todos ellos. “Hablamos entre nosotros todo el tiempo por nuestro grupo familiar de Whatsapp. Estamos todos muy unidos” dice Pauline.
Tras inspirarse previamente en el mundo del circo y en las carreras de la Fórmula 1, del Gran Premio de Mónaco, la diseñadora de 30 años diseñó una colección de verano compuesta por piezas unisex cuyos tejidos proceden de Nona Source, una estructura que utiliza los stocks de las grandes marcas de lujo. Con conjuntos de pantalón—vestido tornasolados; camisas oversize con o sin mangas; trajes de chaqueta y bermuda; popelines de algodón con rayas de pijama; y una gama beachwear iridiscente. Paulina luce estas prendas junto a su madre, espléndida a sus 59 años.
"Ropa para una persona, no para un género”
Pauline lanzó su marca —Alter Design— en 2018 cuando aún estudiaba en la Parsons School de Nueva York. Desde entonces, la joven está convencida que el principio de la moda masculina frente a la femenina era anticuado. “No creo que haya nada más chic que una mujer con traje y no veo por qué tenemos que poner una etiqueta a la ropa que llevamos. Sentía que hacía falta una marca que representara a ambos sexos. Así que decidí crear la mía. La idea es fusionar la “ropa de hombre” y la “ropa de mujer”, y ofrecer prendas bonitas para una persona, no para un género”, afirma.
De hecho, su madre y su hermana Camille Gottlieb usan regularmente sus creaciones, algo que le encanta. “Estoy muy orgullosa de ver a mi madre, que fue un ícono de los años 80, llevar tan bien mis prendas. Ella es una de mis inspiraciones pues crecí viendo su vestidor, sus jeans y sus chaquetas de cuero, que forman parte de mi cultura de la moda”.
Pauline afirma que su familia y sus amigos son sus primeros clientes. “Lo hacen no solo porque soy yo, sino porque son piezas clásicas en el vestidor de un hombre o una mujer: una camisa, una chaqueta, una gabardina... Son básicos bien confeccionados a los que se les ha dado un giro con materiales diferentes y colores más llamativos.” Aún así, y si bien su padre la apoya a ciento por ciento, Pauline admite que cuando le propone un pantalón de seda “no me hago mucha ilusión de que lo use… “, asegura.
