El oro en la Alta Costura
Cuando se piensa en el oro, el metal precioso por excelencia, vienen a la mente joyas y lingotes. Una exposición en el Museo Quai Branly-Jacques Chirac de París demuestra que el oro también forma parte de la Alta Costura, en particular en Oriente y tanto en el presente como en siglos pasados.
Oro: el metal más precioso y noble del mundo, objeto de envidia, símbolo de riqueza y esplendor, signo de elegancia, refinamiento, prestigio y divinidad... Descubierto hace casi siete mil años, el oro nunca dejó de fascinar a la humanidad y fue utilizado desde la Antigüedad para fabricar joyas, armas y ornamentos. Ya en el quinto milenio antes de Cristo se usaba para embellecer los primeros tejidos de lujo destinados a los hombres de poder. A lo largo de los siglos siguientes, los tejedores y artesanos de Roma, Bizancio, China, Persia y más tarde musulmanes aplicaron, con paciencia infinita, técnicas ingeniosas para crear tejidos —verdaderas obras de arte— en los que las fibras de seda, lino o terciopelo se entrelazaban con hilos y láminas de oro.
La exposición Au fil de l'or, L'art de se vêtir de l'Orient au Soleil-Levant (A través del oro, el arte de vestirse del Oriente al Sol Naciente) en el Museo Quai Branly- Jacques Chirac en París, explora la fascinación por este metal desde una perspectiva exclusivamente textil, remontándose siglos atrás, cuando los bordados tejidos en hilos de oro en un vestido, kimono o túnica eran un medio de representar riqueza y pertenencia a una elite.
La muestra se concentra particularmente en los tesoros textiles de Japón, la China Imperial y el Cercano Oriente. En esas culturas, los tejidos de oro constituían un lenguaje en sí mismo, a través del cual se narraban historias de conquistas, matrimonios reales y de la naturaleza
La exposición demuestra también que los lujosos bordados en hilo de oro no son solo cosa del pasado pues allí se destacan las increíbles piezas de la creadora china Guo Pei quien se hizo conocida en América y Europa gracias al espectacular vestido amarillo que Rihanna lució en la gala del Metropolitan Museum en Nueva York en 2015. De larguísima cola, pesaba 25 kilos y la cantante necesitó de la ayuda de tres asistentes para atravesar la alfombra roja. También están presentes modelos de Alta Costura de modistos occidentales como John Galliano o Karl Lagerfeld.
Por supuesto, no todo es de color de rosa (o dorado) en esta historia. Estos lujosos tejidos solían estar reservados a una pequeña elite inaccesible, mientras que las clases bajas —la gran mayoría— vestían muy modestamente.
Sin embargo, la exposición no juzga sino que muestra como el oro, en todas sus formas, creó vínculos entre civilizaciones y demuestra asimismo que la moda, cuando se hace bien, tiene la capacidad de trascender el tiempo y las culturas.
Au fil de l'or, L'art de se vêtir de l'Orient au Soleil-Levant, Museo Quai Branly-Jacques Chirac, Paris, hasta el 6/7/2025