Crown to Couture
¿Qué tienen en común los modelos que se ven en la alfombra roja de la Gala del Met o de los Oscars, con la moda de la corte de Inglaterra en el siglo XVIII? Según la muestra “Crown to Couture” -actualmente en el Palacio de Kensington- mucho.
La idea de la exposición, le surgió a Claudia Acott Williams -una de sus curadoras- al ver la llegada de las celebridades a la Gala del Museo Metropolitano de Nueva York. Tal excentricidad y despropósito le hizo pensar en los fabulosos trajes de la era georgiana (1740-1830). ¿Qué resultaría de enfrentar unos con otros? O según sus propias palabras ¿“hacerlos conversar”?. El marco elegido no podía ser más pertinente: los salones de estado de Kensington, un auténtico y suntuoso palacio real, en su momento el lugar ideal "para ver y ser visto".
Esta muestra, una de las más grandes jamás organizada en este palacio, pretende demostrar que tanto antes como ahora, el secreto de una entrada exitosa es provocar asombro, admiración y ¿por qué no?… envidia. Muy importante tanto en el show business de hoy como en la corte real inglesa del siglo XVIII, donde los políticos y los cortesanos utilizaban la moda, los peinados elaborados y las joyas (a veces alquiladas) para elevar su estatus. La diferencia es que si hoy las celebrities, que vienen de todos los horizontes geográficos y sociales, hacen sus salidas frente a millones de espectadores, aquellas de la época georgiana eran – casi sin excepción - miembros del restringido círculo de la nobleza y de la aristocracia y su fama iba raramente más allá de las columnas sociales de la prensa londinense.
Vestidos suntuosos, joyas extraordinarias
Los visitantes que llegan al palacio, pueden observar de cerca trajes, vestidos, accesorios (abanicos, espadas de gala, sombreros), pinturas y joyas extraordinarias como los pendientes y el collar Marguerite de la joyería Garrard, que Beyoncé lució en 2013; el broche que llevaba la reina Isabel II en la única vez que asistió a un desfile de moda; o el anillo con un diamante de cinco quilates en forma de pera que lució Rihanna en la Gala del Met de 2021, exhibidas junto a piezas históricas como un trío de anillos ornamentados de mediados del siglo XVII o la tiara Fulco di Verdura creada hace un siglo.
Entre las prendas expuestas figuran el espectacular vestido de Thom Browne que Lizzo lució en la Gala del Met de 2022, así como el que Christopher John Rogers creó para Lady Gaga para los premios MTV de 2020, el vestido con candelabro de Moschino que lució Katy Perry en la Gala del Met de 2017 o el modelo evocando la estatua de la Libertad que Atelier Versace creó para Blake Lively para la Gala del Met de 2022. Enfrentando pasado y presente puede verse el vestido de tul de Oscar de la Renta que llevó Billie Eilish en la Gala del Met de 2021, junto a un vestido de estilo mantua con el que una tal Helen Robertson de Ladykirk hizo su debut en la corte en 1760 que, con sus tres metros es el vestido de corte más ancho que se conserva en el Reino Unido. En otra sección, el histórico vestido con el que Audrey Hepburn recibió su Oscar en 1954 (diseñado por Edith Head para el film Vacaciones Romanas y modificado por Givenchy para la ceremonia), se exhibe junto al vestido Silver Tissue, que llevó Lady Theophila Harris a la corte del rey Jorge II en la década de 1660. Ambos son reliquias de la moda de sus respectivas épocas, hechos para cumplir exactamente el mismo propósito: impresionar.
Crown to Couture, Palacio de Kensington, Londres, hasta el 29/10