Luto y lujo en la Semana de la Moda de Londres
Entre cancelaciobes y postergaciones, London Fashion Week se alzó con humor, extravagancia y sensualidad.
Pese al ánimo reinante en la opinión pública, el humor británico también se ha hecho presente, gracias a dos exponentes internacionales que saben moverse entre la extravagancia y la alfombra roja: J.W. Anderson y Christohper Kane. El diseñador de Loewe sabe como llegar a ese público hambriento de sorpresas y lo hizo instalando una verdadera reflexión en forma de metáforas estéticas. "¿Nos estamos convirtiendo en nuestros teléfonos?", fue la frase que dio el inicio a una pasarela con tops confeccionados con botones de teclados, vestidos - lámpara, trajes que evocan las bolsas de agua que contienen peces y paisajes tropicales. Al final, un saludo a la Reina con un vestido negro y "Thank you" inscrito en el pecho.
Para Christopher Kane, la exploración de la sexualidad a través de la ropa continúa con una colección que va de menos a más; looks suaves y modestos que poco a poco se van abriendo no solo en escotes, sino también en faldas y hasta aplicaciones metálicas. Del trompe-l'oeil a los trajes de noche, siguiendo su propia identidad que lo ha consolidado como un verdadero talento inglés a tener en cuenta.