Fashion Week

Hermès FW25: El minimalismo y elegancia del Leather Dandy

Con meticulosos trabajos en cuero y siluetas estructuradas, Hermès demostró el verdadero equilibrio entre sensualidad y elegancia para la temporada Otoño/Invierno 2025.

Sin duda, un desfile que no olvidaremos: Hermès Otoño/Invierno 2025. La firma francesa eligió uno de los escenarios visualmente más impactantes de la temporada para presentar su nueva colección Otoño/Invierno 2025. Minutos antes del show, el equipo rastrillaba con delicadeza la superficie de la pasarela, cubierta por un material similar a la tierra. Un elemento que marcó por completo la estética del desfile, una perfecta y equilibrada combinación de naturaleza y lujo. 

En el marco del Día Internacional de la Mujer, Nàdege Vanhee, directora creativa de la marca, tenía una idea clara: esta colección se trataba de la mujer Hermès, que “avanza y nunca mira atrás, que tiene todo lo que necesita”. Piezas sensuales que suman estructura, textura y movimiento a su paso confiado.

Con colores audaces y refinados, Hermès demostró el lujo discreto con cinco paletas distintas que recorrieron toda la colección llamada “Leather Dandy”. El negro, elegante y sexy, predominó en conjuntos que fusionaban texturas acolchadas, cueros brillantes y una sastrería meticulosa. Entre los looks más llamativos, destacó una chaqueta bomber acolchada sobre un jersey de cuello alto de punto y minishorts de cuero, combinados con botas hasta la rodilla, evocando un estilo más informal. Los shorts y botas de cuero café oscuro marcaron la estética de una sofisticación atemporal, mientras que las siluetas de cintura alta con cinturón aportaron una estética casual. 

Un tono verde pistacho otorgó luminosidad a la colección y le dio una estética moderna al cuero suavizando sus estructuras tradicionales. Desde vestidos ceñidos hasta gabardinas entalladas, este vibrante color contrastó la paleta cálida del desfile. Los looks en tonos crema añadieron una sensación de frescura a la propuesta, combinados con botas en un burdeos intenso.

La reversibilidad de una pieza, en la que un abrigo que se desabrocha puede convertirse en una manta, fue la gran prueba de la importancia del concepto de versatilidad en la colección. Por otro lado, el cuero se mantuvo como protagonista en una gran variedad de siluetas: desde abrigos hasta pantalones fluidos y conjuntos ajustados. 

Los accesorios jugaron un rol fundamental en la personalidad de los looks. Los detalles de los cinturones y los prolijos acabados de los diseños aportaron la perfecta fusión de feminidad y funcionalidad. Los bolsos de piel estructurados, llevados en la mano o bajo el brazo, reforzaron el lujo característico de la marca. Y las llamativas botas altas de piel, en tonos desde el burdeos al verde oliva, consolidaron el savoir-faire de Hermès en la artesanía del cuero.

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