Miu Miu Otoño-Invierno 2025/26: Una oda a la juventud en su tránsito hacia la vida adulta

El desfile Otoño/Invierno 2025-26 de Miu Miu, bajo la dirección de Miuccia Prada, exploró la juventud en su transición hacia la adultez, jugando con la dualidad entre la inocencia despreocupada y la sofisticación incipiente. Presentada en un salón de un vibrante amarillo canario, la colección desplegó un ecléctico contraste de siluetas que oscilaban entre la torpeza y la elegancia, como si las adolescentes experimentaran por primera vez con un guardarropa de "adultos".

Pantalones de chándal con pliegues formales, trajes de lana y boleros estructurados evocaban ese intento de aparentar madurez, mientras pequeños gestos de inexperiencia —dobladillos ligeramente torcidos, proporciones deliberadamente imprecisas— reflejaban el proceso de aprendizaje y autoexploración. El estampado de madrás rosa suavizaba la severidad de algunas piezas, mientras vestidos estivales que resbalaban sobre los hombros y suéteres con cremallera llevados asimétricamente transmitían la urgencia improvisada de alguien que aún está descubriendo cómo vestirse para el mundo.

Los peinados, inspirados en los años 60, no evocaban la perfección de la época, sino una frescura desprevenida, esa torpe gracia de la juventud cuando aún no se dominan del todo los gestos cotidianos. A través de esta colección, Miu Miu captura con precisión esa sensación de los 27 años, un momento liminal entre dos mundos, donde la juventud y la adultez coexisten en una falsa dicotomía. Con esta visión, Miuccia Prada interpela a mujeres de distintas edades, permitiéndoles elegir, en cada desfile, si desean habitar la ligereza del desenfado o la elegancia de la madurez.